Los fracasos más sonados de 2012

En la NBA no todo son alegrías

Pablo Tarancón | 31 Dic 2012 | 13:55
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La NBA también es famosa cada año por los fracasos más sonados. En blogdebasket.com hemos recogido algunos de los más alarmantes del 2012, descatando a varios equipos como Los Angeles Lakers o Charlotte Bobcats y algún que otro jugador como Monta Ellis o Andrew Bynum. No todo son alegrías en la mejor liga de baloncesto del mundo, pero en la NBA cada error se paga muy caro.

LOS ANGELES LAKERS

Si tenemos que hablar de fracasos o decepciones en la NBA en este 2012 que acaba, no podemos evitar mencionar a Los Angeles Lakers. Por muchos motivos, pero principalmente por su desastrosa actuación en los playoffs de 2012 frente a Oklahoma City y por su pésimo arranque de temporada, a pesar de las grandes adquisiciones veraniegas de Dwight Howard y Steve Nash. Empezando por los playoffs, los Lakers no eran favoritos al título porque ahí estaban equipos como los Heat o los Thunder, pero un equipo con Kobe Bryant, Pau Gasol y Andrew Bynum debe siempre competir contra cualquiera. Y los Lakers no lo hicieron. Cayeron 4-1 frente a Kevin Durant y compañía y, lo que es peor aún, dejando una imagen paupérrima en la cancha e incluso marrullera, con las malas artes de Metta World Peace de por medio. El verano fue una nueva puerta abierta a la ilusión. La llegada de Howard y Nash auguraba espectáculo, pero nada más lejos de la realidad. El equipo era un desastre, encadenó más de diez derrotas consecutivas entre pretemporada y temporada oficial y acabó con la destitución del técnico Mike Brown. Con Mike D'Antoni han mejorado algo las cosas, pero no como para tirar cohetes. Si, al final no remontan el vuelo, estos Lakers serán candidatos de nuevo en 2013 a ser de los mayores fracasos en los últimos tiempos en la NBA.

CHARLOTTE BOBCATS

Este quizá sea el mejor ejemplo de fracaso en 2012. El equipo presidido por Michael Jordan tuvo el honor, la pasada temporada, de firmar el peor balance de victorias-derrotas de la historia de la NBA. Los Bobcats terminaron la temporada con una racha de 23 derrotas consecutivas, lo que les colocó con un récord de 7-59 y el peor porcentaje de victorias de la historia (.106). Un fracaso total y absoluto en todos los aspectos que no ha tenido mucha reacción este año. El equipo del mítico 23 comenzó bien la campaña, con un sorprendente balance positivo tras los 12 primeros partidos, pero desde entonces llevan la friolera de 18 derrotas consecutivas, colocándose con un récord de 7-23. Todavía no son el peor equipo de esta temporada, pero como todo siga como hasta la fecha, vuelven a tener todas las papeletas.

TRASPASO MONTA ELLIS

Se hace difícil colocar a los Golden State Warrios en esta clasificación dado su excelente rendimiento en este inicio de campaña. Los de la bahía de Oakland son esta temporada uno de los equipos más en forma, y todo ello pese al fallido traspaso de 'megaestrellas' que llevaron a cabo a finales de la pasada campaña. Los Warriors, que contaban con uno de los perímetros con más dinamita de la Liga con Stephen Curry y Monta Ellis, decidieron traspasar al segundo en busca de un hombre grande, la gran necesidad del equipo. La idea no era mala, sin embargo, el jugador elegido fue un auténtico fiasco. Golden State traspasó a Ellis a Milwaukee a cambio de Andrew Bogut, el enorme pívot australiano, antiguo número uno del draft y eterna promesa de la Liga. Condiciones y centímetros no le faltan, pero sí consistencia física. Desde que llegó, no ha parado de lesionarse y quizá no haya jugado más de 10 partidos seguidos en ningún momento. En cambio, Ellis sigue rindiendo al mismo nivel en los Milwaukee Bucks y, con Brandon Jennings, vuelve a formar parte de uno de los perímetros más envidiados de la NBA. Así pues, doble merito esta temporada para los Warriors que, pese a este fracaso sonado en los despachos, sobre el parqué están demostrando ser uno de los mejores equipos de la NBA.

UTAH JAZZ

Los Utah Jazz son una franquicia con bastante peso dentro de la NBA. Su pabellón es uno de los más temidos dada su ruidosa afición, una de las mejores de la Liga. Pero, últimamente, sus jugadores no están a la altura de dicha historia. El equipo liderado por los dos hombres grandes Al Jefferson y Paul Millsap sufrió en los playoffs de 2012 un enorme revés. Se enfrentaban a unos San Antonio Spurs en plena forma, pero el 4-0 final fue más contundente de lo que se podía esperar. Un equipo con mimbres pero que no llegaba a destacar, no se sabe muy bien por qué. Este año tenían la oportunidad de enmendarlo, pero de nuevo están fracasando. Millsap ha bajado claramente sus prestaciones y ha pasado de futurible para el All-Star, a ser carne de traspaso para dejar hueco a jóvenes como Derrick Favors. Jefferson, algo más regular, no se basta para liderar a un equipo en el que los jóvenes como Gordon Hayward tampoco tiran del carro. Aún queda tiempo parar reaccionar, pero los Jazz tienen pinta de estar completando una travesía por el desierto que nadie sabe cuánto puede durar.

WASHINGTON WIZARDS

El equipo de la capital suele ser un habitual en este tipo de listas últimamente. Podrían estar aquí incluidos por muchos motivos, porque son el ejemplo de muchas de las cosas que no hay que hacer para que una franquicia triunfe. Sin embargo, están aquí por haber protagonizado el peor arranque de temporada de su historia y uno de los peores de todos los tiempos en la NBA. Los Wizards iniciaron esta campaña con 12 derrotas consecutivas, un hito histórico que pudieron cortar a finales de noviembre con una victoria ante Portland. Desde entonces han ganado tres partidos más, pero siguen siendo el peor equipo de toda la Liga. Así, el 2013 apunta a otro año tirado a la basura para los de Washington.

DRAFT

Estos dos últimos drafts no han dejado grandes fiascos que merezcan un hueco en esta lista. Casi más bien al contrario. El de 2012 ha sido un draft muy prolífico, con jugadores como Anthony Davis o Damian Lillard marcando diferencias desde el primer día. El resto, aunque lejos de este nivel, ha encontrado hueco en sus equipos e incluso muchos de ellos son titulares. En cambio, si nos remontamos al draft de 2011, hay varios casos que merecen especial mención. Y se incluyen aquí, porque su confirmación como 'mini fracasos' (hay que tener en cuenta que son jóvenes todavía y pueden progresar) se ha producido durante este año. El más sonado quizá sea el número 2 del último draft, Derrick Williams. El compañero de Ricky Rubio en los Timberwolwes, ya en su segunda temporada, promedia unos escasos 8 puntos y 4 rebotes en apenas 17 minutos de juego, y lo hace en un equipo cuyo entrenador, Rick Adelman, se caracteriza por practicar un juego alegre y dar oportunidades a los jóvenes que la merecen. Williams ha tenido esas oportunidades, pero ha demostrado ser más un físico portentoso que un buen jugador de baloncesto. Tiene pinta de que va a ser traspasado a no mucho tardar. Otros nombres que fueron altas elecciones y que todavía no han demostrado su valía son Enes Kanter (Jazz), Jonas Valanciunas (Raptors), Jan Vesely (Wizards) o Bismack Biyombo (Bobcats).

DALLAS MAVERICKS

El campeón de 2011, dos años después, no es ni la sombra de lo que fue. Ya la pasada temporada sufrió una gran decepción, pero era de esperar tras la salida de los Chandler, Barea y demás que fueron claves para la consecución del título. Mark Cuban, propietario de los Mavs, esperaba que este año fuese todo diferente, pero no ha sido así. Ha tenido que reconstruir el equipo y, pese a que el fichaje de OJ Mayo le ha salido bien, no se traduce en resultados positivos para el equipo. La baja de Dirk Nowitzki por lesión no ha ayudado, pero en los cuatro partidos en los que ya ha estado disponible, las cosas no han cambiado mucho para estos Mavs que dan la sensación de equipo mayor, que necesita un verdadero cambio radical para volver a ser aquel que conquistó la NBA hace apenas un par de temporadas.

BOSTON CELTICS

El equipo del trébol suele protagonizar arranques malos para luego ir engrasando la maquinaria y llegar a playoffs a tope. Lo hicieron la campaña pasada y la anterior, y esta van camino de repetirlo. Al menos esa era la excusa que se ponía tras las primeras derrotas. Sin embargo, esta temporada no transmiten las mismas sensaciones. La marcha de Ray Allen a Miami ha sido un golpe duro y su sustituto, 'Jet' Terry, no da el nivel. Hay muchos rumores de traspasos y quizá esa sea la solución. Faltan centímetros en la pintura y más capacidad para el tiro exterior, pero de una franquicia como los Celtics se puede esperar cualquier cosa y, lo que nadie puede permitirse, es dar por muertos a los Garnett, Pierce y Rondo. Si no, tiempo al tiempo.

ANDREW BYNUM

Su caso es flagrante. Tras Dwight Howard, tiene el físico más dominante de la Liga. Cayó en un equipo con Kobe y Gasol capaz de ganarlo todo y, sin embargo, no ha sabido sacar provecho de todas estas oportunidades que le ha dado la vida. Al final, los Lakers se cansaron de él y lo traspasaron a los Sixers de Philadelphia. Buena operación para los angelinos, fracaso monumental para los Sixers, que cambiaron a su único All-Star (André Iguodala), por un jugador que puede no vestir nunca su camiseta. Y es que Bynum no ha jugado todavía y puede que no lo haga esta temporada. Sus problemas de rodilla, agravados mientras jugaba a los bolos, hacen que su vuelta a las canchas sea una incógnita y, con su contrato finalizando esta temporada, se hace difícil pensar que Philadelphia vaya a renovarle. En definitiva, un superdotado física y técnicamente (sus movimientos son mucho más completos que los de Howard, por ejemplo) que tiene todo para convertirse en uno de los mayores fracasos de la historia de la NBA.

AGOREROS DE CLAVER

Por último, y aunque no tiene nada que ver con ningún equipo o jugador NBA, otro gran fracaso de este 2012 han sido los agoreros de Víctor Claver. Aquellos que siguen dudando de su capacidad para jugar en esta Liga y que, no se sabe muy bien por qué motivo, preferirían verlo en la ACB o incluso en la LEB. Es cierto que nunca será un jugador dominante, pero en apenas unos meses se ha convertido en titular en Portland, franquicia en la que un tal Rudy Fernández nunca llegó a conseguirlo. Y será porque el chico tiene algo. O a lo mejor todos los entrenadores y directores deportivos que han apostado por él desde que está en la élite están equivocados y los agoreros tienen la razón. Yo creo que es más bien lo primero.