La NBA reforzará su programa antidopaje

David Stern pretende endurecer los exámenes para detectar el dopaje en la NBA

David Maroto | 08 Feb 2013 | 16:14
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La NBA encabezada por David Stern pretende reforzar su programa antidopaje de cara a las próximas temporadas en la competición estadounidense. El Comisionado de la NBA tiene como objetivo imitar las estrategias contra el dopaje de las ligas de otros deportes norteamericanos como la NFL o la MLB. La primera medida será aumentar los tests para detectar la hormona del crecimiento en los jugadores.

David Stern ha comenzado un nuevo proyecto contra el dopaje en la NBA. Luchar contra el dopaje siempre fue una de las grandes metas del actual Comisionado de la NBA y antes de su marcha, programada para el año 2014, quiere cumplirla y hacerla vigente en la liga baloncestística norteamericana. Stern pretende imitar el modelo de gestión ante el dopaje de otras competiciones de Estados Unidos, como es el caso de la liga de fútbol americano (NFL) o la liga de Béisbol (MLB).

La primera piedra del sistema antidopaje que quiere aplicar Stern y su equipo será la de reforzar los tests para detectar la hormona del crecimiento en los jugadores de la NBA. El convenio colectivo anterior no precisaba de la extracción de muestras de sangre a los jugadores, por lo que detectar dicha sustancia -prohibida por la liga- era una tarea prácticamente imposible.

El nuevo convenio colectivo se firmó en el año 2011, en el que los jugadores de la NBA están obligados a superar seis controles antidopaje al año. Cuatro de ellos durante la temporada, programada entre octubre y junio, y dos en pretemporada.

En el convenio colectivo firmado hace dos años, la liga y los propios jugadores aceptaron la extracción de muestras de sangre para controlar el uso de dicha hormona, pero desde entonces, no se ha encontrado un examen fiable, que asegurase la práctica del dopaje sin ningún tipo de dudas. Cosa que pasará a la historia la próxima temporada cuando David Stern implante la prueba que se utilizó en los pasados Juegos Olímpicos de Londres.

Dicha prueba fue implantada en los Juegos Olímpicos de Atenas del año 2004, pero siempre se le tildó de poco fiable. Ante esto, la dirección de los Juegos decidió reforzarla y nutrirla, para que en adelante fuese considerada como un test seguro sobre el dopaje de los jugadores.

La MLB (Major League Baseball) es el mejor espejo donde la NBA puede mirarse. La principal liga de béisbol de Estados Unidos ha endurecido su sistema antidopaje este mismo año. Durante el mes pasado, la dirección de la competición denegó el acceso de Roger Clemens, Sammy Sosa y Barry Bonds al Hall of Fame. Más tarde, la NFL (National Football League) también anunció que estudiará nuevas opciones para reforzar su estrategia contra el dopaje.

Los últimos casos de dopajes en la NBA fueron los de O.J. Mayo y Rashard Lewis, quienes fueron sancionados por el uso de dehidroepiandrosterona (DHEA), con tan sólo diez partidos. A partir de esta temporada, este castigo se encuentra un tanto más endurecido, ya que la primera vez serán 20 partidos, la segunda 45 y la tercera ya supondrá la expulsión de la liga.

El dopaje se ha convertido en el pan de cada día en la mayoría de las competiciones deportivas de élite. Ciclismo, fútbol, atletismo hasta llegar a salpicar al baloncesto. Ante esto, la NBA deberá reaccionar y tomar cartas en el asunto, con el fin de evitar la creación de una mala fama y una clara reducción del prestigio que hoy en día posee la liga. El dopaje no tiene cabida en la NBA.