3. Kendrick Perkins, el pívot antipático

Seguramente es el jugador más antipático de toda la liga, el que menos sonríe, algo incomprensible para alguien que gana tanto dinero por aportar tan poco. Ha tenido discusiones con media NBA (la última con el pívot de Cicago Bulls Joakim Noah). Una de nuestras peticiones para este año nuevo es ver por fín una sonrisa en la cara de Perkins.

Tiene un contrato esta temporada de 8.917.700 dólares (9.809.470 la próxima campaña), pero desde luego sus números no están acorde al salario que percibe. Actualmente Perkins no aporta nada al juego de Oklahoma City Thunder y cada día pierde más protagonismo en cancha (con toda la razón) en favor del rookie neozelandés Steve Adams.

Sus números la temporada pasada fueron de 4,2 puntos y 6 rebotes en 25 minutos de juego, una cifra ridícula para alguien que cobra una cantidad muy cercana a los 10 millones de dólares. Su aportación a los Thunder fue nula.

En lo que llevamos de temporada sus promedios son aún peores (2,8 puntos y 4 rebotes en casi 19 minutos por noche). Su participación cada vez es menor y el rookie Steve Adams le come terreno día a día. Por su alto contrato, por lo poco que aporta y por su enfado continuo, Perkins es un claro integrante de esta lista de peores jugadores del 2013.