En pocas palabras

A LeBron James no le gustan las cámaras

Jesús Ber | 12 Jun 2015 | 07:38
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El corazón de todo Cleveland se paró, y no es para menos, cuando vio a la superestrella -y la única que queda sana en el equipo- echarse las manos a la cabeza tras una desafortunada jugada con Andrew Bogut donde acabó chocándose con una de las cámaras de televisión que retransmitían el partido desde la línea de fondo.

LeBron James empezó a sangrar, y pronto se vio que no había sido un simple golpe. "Por supuesto que me duele la cabeza", decía James tras el descanso, donde finalmente le cosieron una herida que tuvo abierta durante los últimos minutos del segundo cuarto, lo que supuso un debate -sobretodo entre sus detractores- sobre si debería haber jugado o no, de acuerdo con el nuevo protocolo de contusiones de la NBA, que no permite que un jugador con una herida abierta -y sangrando- esté en pista.

LeBron ends up hitting head on camera.