Giro inesperado de los hechos en la cada vez más cuestionada renovación de Tristan Thompson. Cuando todo apuntaba a que prolongaría su estancia en Ohio por cuatro años más a razón de 80 millones de dólares, el más que limitado colchón económico de la franquicia, unido a las altas pretensiones del jugador, podrían echar por tierra la operación.
Según el propio agente del jugador, el ala-pívot estaría muy cerca de optar por ejercer su oferta cualificada por valor de 6.7 millones de dólares para la próxima temporada con el fin de abandonar el equipo en verano de 2016 aprovechando su entrada en la agencia libre, donde podría aspirar a un gran contrato.
El primer día de la agencia libre, los medios de comunicación se hacían eco de la prácticamente cerrada renovación de Thompson, en unas negociaciones que, finalmente, se han ido prolongando hasta quedar prácticamente congeladas. A pesar de que LeBron James ha reiterado abiertamente en diversas ocasiones que su deseo pasa por la continuidad del interior en el equipo, de confirmarse esta noticia, el futuro de ambos jugadores podría tomar distintos rumbos.
Una primera lectura de la situación nos hace recordar el culebrón del pasado periodo estival con la figura de Eric Bledsoe como gran protagonista. Después de un prolongado y acalorado tira y afloja, los Suns accedieron a las pretensiones del jugador, las cuales rozaron los 60 millones de dólares por cuatro años, una cantidad, por otro lado, sumamente inferior a la exigida por Thompson.
Por otro lado, esta situación podría beneficiar a los Cavaliers tanto a corto como a largo plazo, según se den las circunstancias. De aceptar su oferta cualificada, los despachos de Cleveland verían desahogada su economía en 13 millones de dólares. Además, nada asegura que el jugador opte finalmente por abandonar el equipo y podría renovar el próximo curso, asegurando la continuidad de un pilar importante del juego interior de los Cavs.