Con sus 15 victorias seguidas, los Golden State Warriors han igualado el mejor arranque de la historia de la NBA y este martes tienen a tiro mejorarlo. El buen momento de forma del equipo californiano tiene pocos precedentes, y teniendo en cuenta que acaban de ganar el primer anillo en más de cuarenta años, las comparaciones a otras dinastías son inevitables.
El primer ejemplo que viene a muchos a la memoria es el de los Chicago Bulls de Michael Jordan, que lograron seis anillos de campeón entre 1990 y 1998, creando su propia dinastía para la posteridad. Muchas con las comparaciones que se están haciendo de aquel equipo que logró por un lago ganar 72 partidos en una temporada, pero el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, que jugó en aquellos Bulls y recuerda bien cómo se gestó aquel curso de 1996-97, en el que ganó el segundo de sus cinco anillos como jugador.
"Son equipos que no se pueden comparar. Las reglas han cambiado y son eras distintas. Todo es distinto y no tiene sentido conjeturar sobre qué conjunto es mejor"