Recordando a Rick Barry

Uno de los mejores aleros de la historia de la NBA cumple hoy 72 años. Desde Blog de Basket hacemos un repaso a su carrera.

Jacobo León | 28 Mar 2016 | 12:00
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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Uno de los mejores anotadores de la historia, un constante torbellino de decisiones y declaraciones polémicas que no dejaba a títere con cabeza y el precursor por antonomasia del tiro libre al estilo 'cuchara'. Así era Rick Barry. Capaz de lo mejor y de lo peor. Querido y odiado a partes iguales. Él mismo llegó a afirmar que "es una persona muy difícil de tratar", mientras que Mike Dunleavy, compañero y buen amigo de Barry declaró en su momento que "enviar a Rick a la ONU supondría el comienzo de la Tercera Guerra Mundial." En resumen, una auténtica bomba de relojería que atesoraba un talento y unas habilidades ofensivas al alcance de los elegidos.

Richard Francis Dennis Barry III vino al mundo un 28 de marzo de 1944 en Elisabeth, New Jersey. A lo largo de su carrera, Rick se convirtió en el único jugador de la historia en liderar la NCAA, NBA y ABA en puntuación, superando la cifra total de los 25.000 puntos como profesional y promediando más de 30.0 puntos por partido en cuatro temporadas distintas. Fue elegido 12 veces para participar en el All-Star Game, así como cinco veces incluido en el Mejor Quinteto de la NBA y cuatro veces en el Mejor Quinteto de la ABA en los cuatro años que disputó 'en la otra liga'. Lideró a Golden State Warriors a su único anillo de la historia (con el denominativo actual) en 1975, donde fue nombrado MVP de las Finales. La NBA rindió homenaje al jugador y puso el broche de oro a una exitosa carrera con su incorporación al Hall Of Fame y a la lista de los 50 Mejores Jugadores de la Historia de la NBA.

Barry comenzó a forjarse un nombre bien temprano, desde su etapa como jugador en la Universidad de Miami entre los años 1963 y 1965. En su último año en Florida, el alero explotó definitivamente con unos promedios espectaculares que ascendieron hasta los 37.4 puntos y 18.3 rebotes por partido, lo que le valió para convertirse en el máximo anotador a nivel universitario de toda la geografía norteamericana. Su nombre ha quedado ligado para siempre a la universidad, la cual retiró su camiseta tiempo después.

Fue elegido en la segunda posición del Draft de 1965 por San Francisco Warriors tan solo por detrás de Fred Hetzel (también pick de los Warriors), en un Draft donde también fueron seleccionados jugadores de la talla de Gail Goodrick, Billy Cunningham, Jerry Sloan o los gemelos Van Arsdale. Su impacto en la liga fue inmediato y fue galardonado sin ningún tipo de discusión con el premio al Rookie del Año tras promediar 25.7 puntos, 10.6 rebotes y 2.2 asistencias por partido. Su mejor actuación tuvo lugar ante New York Knicks, quien sufrió los 57 puntos de un inspiradísimo Barry que no tenía respeto por nadie a pesar de su condición de novato. Esta marca supuso la segunda mejor de la historia para un rookie tras los 58 de Wilt Chamberlain en 1960.

En su segundo año en la competición mejoró sus números de manera espectacular (35.6 puntos, 9.2 rebotes y 3.6 asistencias) para lograr el título al máximo anotador de la temporada, así como el MVP del All-Star Game de 1967 tras sumar 38 puntos y 6 rebotes. Barry pudo poner el broche de oro a una temporada individual de ensueño con la consecución del campeonato, pero los Philadelphia 76ers de Wilt Chamberlain y Billy Cunningham se cruzaron en su camino en las Finales de la NBA.

Tras ello, y ante las primeras confrontaciones con la directiva después de no llegar a un acuerdo económico para su renovación, "Greyhound" abandona la NBA para recalar en su gran rival, la emergente y más espectacular ABA, de la mano de los Oakland Oaks.

Aún así su primer año en la nueva liga lo pasó en blanco a consecuencia de una disputa legal relacionada con sus derechos. No obstante, Rick tuvo tiempo de demostrar que su talento e imparable repertorio ofensivo no entendía de legalidades ni de distinción de ligas, y en su único año con los Oaks logró el campeonato de la ABA tras promediar 34.0 puntos por encuentro. Tras el título, la directiva de la franquicia anunció su intención de trasladar al equipo a Washington. La decisión no gustó demasiado a un Barry que no dudó en declarar que "solo se iría a Washington para ser elegido presidente."

Barry volvió a verse inmerso en unos problemas legales que concluyeron en un nuevo proceso judicial que obligó al jugador a cumplir su contrato con los nuevos Washingon Capitols, a pesar de su intención de regresar a su antiguo equipo, los Warriors. No obstante, la inestabilidad de la nueva franquicia desencadenó en una nueva mudanza con el nuevo nombre de Virginia Squires. Este enésimo cambio colmó la paciencia de Barry, quien no dudó en atacar duramente a la franquicia, acabando a su vez, con la paciencia de la directiva, lo que desencadenó en la salida del jugador rumbo a los New York Nets. Allí jugaría dos temporadas, en las que promedió 30.6 puntos por encuentro, antes de confirmar, esta vez si, su regreso a la NBA en 1972.

En su segunda etapa con los Warriors, ya asentados en Oakland, su actual emplazamiento, Barry vio disminuidas sus estadísticas, aunque correspondidas con el máximo premio en el ámbito colectivo. Los Warriors lograrían el tercer campeonato de la NBA de su historia (el primero bajo el denominativo Golden State) en 1975, con un Rick Barry magistral que volvió a brillar a su mejor nivel (30.6 puntos y 6.2 rebotes) y que sería elegido el MVP de las Finales, además de ser el líder de la temporada en robos y en porcentaje de tiros libres, otra de sus grandes especialidades con su característico lanzamiento de cuchara. De hecho, hasta la irrupción de Stephen Curry, Rick Barry presentaba el mejor porcentaje de tiros libres en una temporada (92.3%) en la historia de la franquicia.

Barry continuaría tres temporadas más con los Warriors, superando los 20.0 puntos por encuentro en todas ellas y repitiendo participación en el All-Star Game de manera consecutiva, aunque el equipo no volvió a repetir la hazaña del anillo de 1975 (alcanzarías las Finales de Conferencia apenas un año después, cayendo ante Phoenix Suns).

Ya con 33 años y con la directiva cansada de sus salidas de tono, Barry es traspasado a Houston a cambio de John Lucas, número uno del Draft de 1976. Allí quemaría sus últimos cartuchos en la NBA, disputando sus dos últimas temporadas en la liga antes de retirarse en 1980 a los 35 años de edad. Aunque sus promedios cayeron hasta los 13.5 y 12.0 puntos por partido en sus dos campañas con los Rockets, Barry tuvo tiempo de añadir dos títulos más al mejor anotador de tiros libres del campeonato, con una excepcional marca del 94.7% en su primer año en Texas.

A pesar de sus constantes polémicas y desavenencias, Rick Barry es considerado como uno de los mejores jugadores que ha vestido la camiseta de Golden State Warriors, franquicia que retiró su dorsal número 24. El alero es el segundo máximo anotador de la historia de la franquicia, tan solo por detrás de Wilt Chamberlain, y el segundo en robos, superado por Chris Mullin.