Joakim Noah podría regresar a las pistas antes de lo que decían los médicos. El pívot de 32 años de los New York Knicks ha estado entrenando junto a sus compañeros con normalidad durante el campus de entrenamiento a un rendimiento que ha impresionado a entrenadores y jugadores, incluyendo al técnico jefe, Jeff Hornacek.
El bajón de rendimiento que sufrió el pívot de origen francés desde 2014 se agudizó la pasada temporada, la primera de su contrato de cuatro años y 72 millones que firmó el verano de 2016. La mayoría de analistas están seguros de que el jugador no volverá a su mejor nivel debido a las lesiones de larga duración por las que ha pasado en los últimos años, que han lastrado sus capacidades físicas, limitándolas enormemente.
Una vez sea clarificado por los servicios médicos de la franquicia para volver a las canchas, Noah tendrá que cumplir la sanción de 20 partidos que le impuso la NBA por infringir la política antidopaje de manera reiterada durante la pasada temporada, la peor de la carrera del interior de los Knicks, quienes sin duda se han arrepentido de su contratación a largo plazo.
Es imposible pasar por alto la posibilidad de que los Knicks se hayan puesto de acuerdo a transmitir una gran imagen de su jugador, al que tendrán que pagar 56 millones de dólares en los próximos tres años si no consiguen traspasarle, lo que parece bastante complicado en este punto.
Por su parte, el jugador promete cumplir su sanción y trabajar para poder ser un ejemplo para los más jóvenes.