
Es un hecho que el Unicaja no está dando lo que se esperaba de él en este comienzo de curso. A día de hoy es colista de la ACB, y viene de perder apabulladamente un partido apropiado para remontar el vuelo, ante un conjunto como el Xacobeo, uno de los equipos cuyo claro objetivo se esperaba que fuera el de luchar por la permanencia, tras haber sido conformado en apenas dos meses al prosperar su recurso judicial que los devolvía a la liga, pero que últimamente nos está quitando la razón.
Que nadie espere ver este año a un Unicaja como el que estábamos acostumbrados a ver en cursos anteriores. Y hay una buena razón para ello, la desastrosa planificación de la plantilla por parte de la directiva. Tras deshacerse de los jugadores que conformaban la columna vertebral del conjunto la temporada pasada, como son Boniface N’dong, Marcus Haislip o Carlos Cabezas (este último tras descartarse sorprendentemente su renovación), se han traído muchachos que no están dando la talla.
Además, el trato que han recibido los componentes de la plantilla durante el verano ha dañado su mentalidad y ha hecho que psicológicamente no hayan estado preparados para el comienzo de la temporada. Aíto tampoco está siendo él que nos tiene acostumbrados y no está inyectando a la plantilla esa dosis de tensión necesaria.
Veremos como se desarrollan los siguientes compromisos, pero va a ser un año duro para el conjunto malacitano, aunque, bueno, siempre quedará la Euroliga.