
Real Madrid y FC Barcelona representan a la perfección dos formas opuestas de jugar al baloncesto, personificadas en Pablo Laso y Xavi Pascual. Una manera que se ve reflejada tanto en la pista, como en la estadística.
El Real Madrid, de la mano de Laso, realiza un juego rápido. En ataque no deja que las defensas se sitúen, primando mucho el juego entre los ‘bajitos’ del equipo. El resultado es claro, muchas posesiones por encuentro, lo que hace que aumente vertiginosamente el marcador.
Por contra, el FC Barcelona está en otro lado de la balanza. Juego lento, controlado y con la defensa como principal valuarte de su juego. Donde predomina un baloncesto más equilibrado, entre el juego en la pintura y el exterior.
A pesar de que el estilo de juego de Xavi Pascual es el que ha dominado en las diferentes ligas europeas durante los últimos años, parece que el de los blancos ha contagiado al resto de equipos ACB. Los cuatro mejores ataques, Real Madrid (91,5), Asefa Estudiantes (86,2), Caja Laboral (84,2) y Valencia Basket (80,5), están dominando también en la tabla clasificatoria. Un claro cambio de tendencia que también se nota en la pista, aunque solo llevemos cuatro jornadas.
Pocos equipos están anotando menos que la temporada anterior, siendo el FC Barcelona uno de ellos. Anota seis puntos menos por partido, lo cual se puede explicar por el escaso acierto desde la línea de tres puntos, donde, significativamente, es el peor equipo de la ACB con apenas un 25%. A esto, se le añade el cambio en el juego interior azulgrana. La llegada de Ante Tomic y Nathan Jawai por Fran Vázquez y Boniface N'Dong, hacen que su baloncesto también se ralentice, ya que Tomic y Jawai son dos pívots que se encuentran más cómodos con un juego lento y pausado.
Sin contar que, su mejor jugador y máximo anotador, Juan Carlos Navarro no se encuentra aún al 100%, a pesar de los 19 puntos que anotó frente a los Dallas Mavericks.
Dos equipos, dos estilos, dos maneras de ver el baloncesto para llegar a un mismo objetivo, ganar. El tiempo es un juez inescrutable y pondrá a cada uno en su sitio al finalizar la temporada.