Andre Iguodala y la vida sigue igual

Al ex alero de los Sixers no le está afectando el cambio de franquicia y conferencia.

Natxo Andreu | 12 Nov 2012 | 07:03
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André Igoudala es la estrella indiscutible de los Nuggets
André Igoudala es la estrella indiscutible de los Nuggets

El 10 de agosto de 2012, Andre Iguodala era protagonista involuntario del traspaso más llamativo en los últimos años de la NBA y que llegó a involucrar hasta a cuatro equipos. El alero fue enviado a Denver Nuggets mientras que su equipo los Philadelphia 76ers recibían a Andrew Bynum de Los Angeles Lakers y a Jason Richardson de Orlando Magic, en ese movimiento un tal Dwight Howard dejaba Orlando y se convertía en Leker. El jugador dejaba así Philadelphia tras haber jugado allí 8 temporadas en las que fue el líder de lo equipo. Tras siete partidos en su nueva franquicia nada parece haber cambiado para él, la vida sigue igual para Iguodala.

“El otro Allen Iverson”, así le llamaban en la franquicia de Philadelphia, de hecho lideró el grupo en sus ocho años pero sin llegar a ser esa superestrella que fue el menudo escolta. Los proyectos de los Sixers en estos años tampoco fueron lo suficientemente buenos para que André Igoudala pudiera liderar a un equipo con opciones en el playoff. Tan sólo la temporada pasada ante los Bulls hubo una esperanza de llegar a la final de conferencia, algo que quedó borrado al ser eliminados en una gran serie ante los Boston Celtics.

Durante esos años en los Sixers, André Igoudala siempre promedió unos buenos números. Primero cuando era incluso eclipsado por Iverson y luego siendo el lider absoluto. Pero, su ausencia de experiencias en otros equipos de la liga podrían plantear dudas sobre si estaba capacitado para poder llevar sobre sus espaldas la responsabilidad de ser el jugador franquicia en Denver. Además del evidente salto que se produce cuando se cambia del Este a una conferencia más exigente como el Oeste. Los primeros partidos están disipando dudas.

Si en Philadelphia él era el jugador más importante aquí está cumpliendo el mismo rol. No ha importado mucho el cambio de conferencia, ni que el nivel de sus compañeros sea más bajo que en los Sixers, se ha echado a las espaldas al equipo promediando los mismo números que en su anterior casa. 15ppp 7rpp 4app son los guarismos que están llevando a Denver a encadenar una racha de cuatro victorias consecutivas y a vivir cerca de las posiciones de postemporada.

Ahora bien, no creo que Andre Igoudala sea una superestrella que, por sí sólo pueda liderar un proyecto hasta los playoff, sus años en los Sixers así lo atestiguan. Más bien es un jugador aceptable, versátil y batallador, una buena segunda opción de un equipo con ambiciones de hacer cosas importantes. Es cierto, tiene un tren inferior que le hace volar por encime de sus rivales y una agresividad envidiable en la pista, pero le falta tiro exterior. No es una alero todo lo completo que se desea.

En Denver, Igoudala se encuentra ante el reto de quitarse ese sambenito. De volver a llevar a una plantilla bastante justa a los play-off, aunque sea sobre la bocina. Demostrar donde está su mejor talento, en su espíritu competitivo y en su fe en las victorias, ahí sí que es una superestrella, con su determinación. De ser así podrá dar un salto adelante.