
La regularidad parece evidente que no es una de las virtudes de los Lakers de Mike D'Antoni, cuando parecía que habían hecho lo más difícil con la remontada que les había colocado en puestos de play off y que además les colocaba con aspiraciones incluso de asaltar el sexto puesto, ahora una nueva racha de tres derrotas consecutivas con un balance en los últimos 10 partidos de 6-4 les ha vuelto a poner al alcance de Jazz y Mavericks que parecían ya desahuciados.
El partido que enfrentaba a Lakers y Warriors, era clave en las aspiraciones para optar a la sexta plaza del Oeste, ambos equipos afrontaban el partido con este objetivo en el horizonte, pero quien parece que lo tuvo más claro desde el inicio fueron los Warriors. Finalmente su base estrella, Stephen Curry pudo jugar y vaya que si lo hizo, 25 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes para un jugador que se lesionaba el tobillo 48 horas antes de disputarse el trascendental choque fueron la mejor muestra de que el equipo entrenado por Mark Jackson se tomó el partido con toda la seriedad que merecía.
Por su parte los Lakers que podían contar con su particular "big four" Nash, Gasol, Kobe y Howard, saltaron a la pista sin la debida concentración y se marchaban al descanso con un tremendo descosido en defensa habiendo recibido la friolera de 63 puntos. 19 partidos han disputado juntos estos cuatro jugadores, con un pobre balance de 6-13, sin duda para hacérselo mirar.
Por parte de los Lakers, el único jugador que dio la cara durante todo el partido, fue una vez más Kobe Bryant, anotando 36 puntos que resultaron estériles, Pau Gasol quien disputaba su segundo partido tras la reaparición después de su fascitis plantar, se mostraba todavía lento en sus movimientos, algo por otra parte absolutamente normal, después de la inactividad. Sorprende ver en los Lakers, como un jugador que estaba aportando mucho como Earl Clark ha vuelto prácticamente a desaparecer de las rotaciones del equipo, la falta de continuidad en la mayoría de jugadores de la franquicia de púrpura y oro, es quizás uno de los mayores problemas que están teniendo.
Los Warriors aprovecharon el desajuste de la defensa Laker e hicieron mucho daño tanto desde el perímetro con los 25 puntos del ya nombrado Stephen Curry como su compañero en la línea exterior Klay Thompson, quien con 22 puntos y 6 triples destrozaba la defensa angelina. Cuando los Lakers parecía que encontraban la fórmula para parar esta sangría surgió un crack como David Lee quien con 23 puntos y 12 rebotes pudo él solo con todo el juego interior de los Lakers.
La situación en el Oeste después de este partido queda un poco más definida, con San Antonio y Oklahoma en la pelea por el primer puesto separados por 2 partidos de diferencia, la pelea por la tercera en la que siguen inmersos Denver, Clippers y Memphis, con 1.5 partidos de distancia entre los tres, y tras el partido de Lakers y Warriors parece que se abre una nueva batalla entre Golden State y Houston por el sexto puesto con dos partidos de ventaja para los Warriors,finalmente la madre de todas las guerras, la octava plaza, que ya parece haber quedado en manos de Lakers, Mavericks y Utah Jazz con una distancia de 2.5 partidos entre los tres y once partidos por disputarse, sin duda una pelea apasionante la que saldrá de aquí.
Veremos si los Lakers con la vuelta de Pau son capaces de reaccionar y asegurarse cuanto antes esa octava plaza que además les permitiría rotar y dosificar un poco a jugadores que están forzando mucho en este tramo final para ayudar al equipo, como es el caso del propio Pau o Kobe Bryant. Próximo partido Minnesotta, veremos si son capaces de salir del bache allí.