Rick Pitino: El forjador de entrenadores

El entrenador de Louisville ha conseguido su segundo campeonato de la NCAA

David Maroto | 09 Abr 2013 | 09:20
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Rick Pitino
Rick Pitino

Rick Pitino agrandó su leyenda en el baloncesto universitario. El magnífico head coach de la Universidad de Louisville ha conseguido su segundo campeonato de la NCAA, convirtiéndose en el primer entrenador de toda la historia en hacerse con dos de ellos entrenando a dos equipos diferentes. Con el fin de premiar su excelsa carrera, el Hall of Fame le ha introducido en la Class of 2013.

La vida baloncestística de Rick Pitino comienza en Nueva York. En su joven etapa como jugador de baloncesto, Pitino se convirtió en el capitán de St. Dominic High School, antes de matricularse en la Universidad de Massachusetts Amherts. Paradójicamente, Pitino era uno de los jugadores más prometedores de su época, liderando a su equipo en su etapa como junior y senior.

En su primer año en la universidad, Pitino coincidió -aunque no llegaron a jugar juntos al baloncesto- con un tal Julius Winfiel Erving II, conocido posteriormente como Dr.J y quien décadas después se convirtió en una de las grandes leyendas de la NBA. Aquel joven Pitino se licenció en el año 1974, después de haber ganado Cy Young Award.

A diferencia de muchos de sus compañeros, Pitino no entendía el baloncesto como jugador, sino como entrenador. Su carrera en los banquillos comenzó en la Universidad de Hawai, donde ejerció el cargo de asistente de entrenador. En 1976, Jim Boeheim lo contrató como asistente, llevándoselo a entrenar a la Universidad de Syracuse.

La primera experiencia en los banquillos de la NCAA, que coincidió con su primer cargo como entrenador jefe, se dio en la Universidad de Boston. Pitino convirtió a un equipo débil y vulnerable en un conjunto compacto y tremendamente táctico, llevándole a la primera división de la NCAA, hito histórico en aquel entonces para la Universidad.

Tras dejar Boston, Pitino inició su aventura en la NBA como asistente de Hubie Brown en New York Knicks. Su buen trabajo en la franquicia de la 'Big Apple' le valió para firmar un contrato con la Universidad de Providence, con la que llegó a su primera Final Four de la NCAA, después de coger a un equipo con récord negativo. Los Knicks, que atravesaban un mal momento, volvieron a fijarse en Pitino, a quien esta vez, sí que le ofrecieron el cargo de entrenador jefe.

Pitino coincidió con Patrick Ewing, una de las mayores leyendas de la NBA que no posee ningún anillo en su haber. Los Knicks de Pitino demostraron ser un equipo rocoso y defensivo, pero vulnerable en los momentos clave, ya que en sus dos temporadas, cayeron en primera ronda y semifinales de conferencia en los Playoffs.

El entrenador nacido en New York decidió volver al baloncesto universitario, donde le ofreció la Universidad de Kentucky, una de las más laureadas de toda la historia. Tras una Final Four fallida, Pitino recuperó la gran reputación de la universidad al conseguir el título de la NCAA en el año 1996, el cual suponía el sexto de Kentucky en su historia.

La famosa defensa con presión en toda la cancha de Pitino fue puesta en práctica en el 'Imperio Romano del baloncesto universitario', como apodó a Kentucky. Su increíble periplo en la ciudad del estado de Bluegrass le sirvió para volver a la NBA, esta vez a través del banquillo de la histórica franquicia de los Boston Celtics.

Después de pasar con más pena que gloria por el TD Garden, Pitino regresó a la NCAA con la Universidad de Louisville. Desde 2001 hasta la actualidad, Pitino se ha dedicado en cuerpo y alma a los Cardinals, llevándolos a conseguir el título universitario hace tan sólo unas horas. Louisville se ha proclamado campeón de la NCAA, tras ganar a Michigan Wolverines, conmemorando el gran trabajo de Pitino en el banquillo de los Cardinals.

No se puede decir que la vida de Pitino haya sido un camino de rosas, sino todo lo contrario. Un campeón se forja con desgracias, superándolas una tras otra, como es el caso del entrenador de Louisville. Casado con Joanne Minardi y padre de cinco hijos, Pitino sufrió la muerte de su hijo Daniel, que con tan sólo seis meses, falleció por un fallo cardiaco congénito. Esta tragedia llevó a Pitino y a Joanne a crear la Fundación Daniel Pitino, con la que intentan ayudar a los niños necesitados.

La familia Pitino también vivió en sus propias carnes la tragedia del 11 de septiembre de 2001, en el que un atentado terrorista derribó las Torres Gemelas a través de dos aviones secuestrados. El hermano de Joanne y mejor amigo de Rick, Billy Minardi, se encontraba en el World Trade Center en aquel momento cuando los aviones se estrellaron.

Todas las historias transcurridas a lo largo de su vida le sirvieron a Pitino para escribir varios libros de motivación, que se convirtieron en éxitos de ventas. Su libro El éxito es una elección fue todo un éxito, además en 1988 publicó una autobiografía, titulada Born to Coach. En 2008, también publicó un libro titulado Reglas del rebote, que fue el libro más vendido de la Feria del Libro de Kentucky.

En la jornada de ayer, el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame anunció los nombres de las personalidades que entrarán en el salón más prestigioso del baloncesto en la Class of 2013. Rick Pitino es uno de ellos, debido a su increíble trayectoria en el baloncesto universitario, en el que se ha consolidado como uno de los mejores entrenadores de toda la historia.

Tras la victoria ante Wolverines en la Final de la pasada madrugada, Pitino se convirtió en el primer entrenador en toda la historia en conseguir dos campeonatos de la NCAA con dos universidades distintas. Los Cardinals se coronaron por tercera vez en su historia campeones, convirtiéndose en uno de los equipos más laureados de la NCAA.

Otra de las grandes facetas de Pitino, es su labor como entrenador de entrenadores. Además de forjar futuras estrellas del baloncesto, Pitino también lo ha hecho con futuros entrenadores, como es el caso de su hijo Richard Pitino, recientemente fichado como entrenador jefe de la Universidad de Minnesota. Frank Vogel y Mark Jackson, actuales head coachs de Indiana Pacers y Golden State Warriors, tuvieron como mentor al entrenador de los Cardinals.

En definitiva, estamos delante de uno de los entrenadores más importantes no sólo del baloncesto universitario, sino del baloncesto estadounidense. El Hall of Fame ha querido premiar la carrera del creador de grandes estrategias. De esta forma, Rick Pitino ha escrito su nombre con letras de oro en el Olimpo del baloncesto.