Kobe Bryant emuló a Willis Reed

Kobe volvió lesionado a la pista para ganar el partido

Jose Luis Mas Ricos | 13 Abr 2013 | 10:31
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Wills Reed y Kobe Bryant
Wills Reed y Kobe Bryant

La NBA está llena de historias aparentemente increíbles, historias que sobrepasan en muchas ocasiones lo humano y que hacen que personas de carne y hueso parezcan más bien héroes de cómic capaces de protagonizar historias increíbles, la de Kobe Bryant frente a Golden State Warriors, es una de esas historias, y rescata del pasado otro pasaje de la liga que tiene como protagonistas a los Lakers, aunque en este caso fueron mudos testigos de la capacidad de superación de otro gran deportista, como lo fue Willis Reed. Como Reed, anoche Bryant antepuso los intereses de su equipo a los suyos propios y con el tendón de aquiles desgarrado, volvió a la pista para ganar un partido que sin su presencia parecía ya perdido.


Kobe Bryant emuló en el Staples lo que hace más de 40 años otro mito del baloncesto hizo en otra mítica cancha como era el Madison Square Garden, con el tendón de aquiles probablemente desgarrado a falta de la resonancia a la que será sometido hoy, Kobe Bryant volvió a la pista con su equipo seis abajo en el marcador para enseñar el camino a los Lakers, el camino de la victoria que es el único que Kobe conoce. "The Mamba is looking like the Mamba" nada mejor que eso lo define. Hace ya 43 años otro mito de la liga enseñaba el camino del anillo a su equipo, no era otro que Willis Reed.

Willis Reed, pasó a ser leyenda de la NBA una noche de 8 de Mayo de 1970, por aquel entonces, los New York Knicks y Los Angeles Lakers estaban disputando las finales por el anillo de campeones. Los Knicks parecían tener bastante de cara la eliminatoria, pero un contratiempo en forma de lesión azotó a los Knicks durante el quinto partido. En un lance fortuito del juego el "center" de los Knicks, Willis Reed, se lesionaba en su muslo. Aquel partido lo acabaron ganando los Lakers y en un sexto partido sin Reed que seguía lesionado, los Lakers con Wilt Chamberlain arrasando en la pintura con 45 puntos y 27 rebotes se imponían igualando a tres la serie y parecían ya grandes favoritos de cara a imponerse en la series finales. La ausencia de Reed lastraba ya demasiado a unos Knicks muy afectados psicológicamente por la pérdida de su jugador franquicia.

Pero las finales volvían a New York y un rumor empezó a expandirse por la gran manzana en los días previos al séptimo partido, "Willis Reed jugará" decía. El 8 de Mayo era el gran día y los equipos saltaban a la pista a calentar, los Lakers con toda su artillería, Elgin Baylor, Jerry West y el incomparable Wilt Chamberlain encabezaban al equipo púrpura y oro, por su parte los Knicks saltaban a calentar, pero no estaban todos.

En el vestuario quedaba un jugador al que después de darle su dosis de carbocaína en el muslo que le dejaba anestesiado desde la cadera hasta la rodilla, le estaban acabando de poner un espectacular vendaje compresivo en su pierna izquierda. Ese jugador no era otro que Willis Reed. Todos los jugadores knikerbockers habían tratado de convencer a Reed en los días previos de que hiciera lo que pudiera para estar con ellos en este partido, y Reed accedió a ello. Eso sí, Reed era consciente de que su lesión le iba a impedir ayudar demasiado al equipo, pero lo que no sabía, es que su sóla presencia como la del Cid, sería suficiente para que el enemigo sintiera el pánico en sus carnes y sus compañeros volaran hacia la victoria.

De repente un cuchicheo enmudeció las gradas del Madison, en unos pocos segundos ese cuchicheo se convirtió espontáneamente en una atronadora ovación. Todo el Garden fijó su cabeza en la salida del túnel del vestuarios. Por aquella puerta aparecía cojeando de manera ostensible un jugador con el chándal de calentamiento de los Knicks, sus compañeros le esperaban y él no quiso fallarles, nada más pisar el parquet un pase y un tiro a canasta para que se sintiera cómodo en el calentamiento. Los jugadores de los Lakers pararon su calentamiento y no pudieron hacer más que observar a los Knicks, y en concreto a Wiillis Reed y su calentamiento. La grada gritaba enardecida. Justo en ese instante los Knicks ganaron aquel partido, y eso que todavía no había empezado. La historia continúa, Willies Reed saltó en el cinco titular Knickerboker para anotar las dos primeras canastas de los Knicks en los dos primeros ataques neoyorquinos, dos tiros de media distancia marca de la casa, luego se iría al banquillo con una cojera más que evidente y ya no volvería a participar en el partido. Sin duda su trabajo ya estaba hecho.

El partido en sí, no tuvo mayor historia, los Knicks se imponían 113-99 y lograban el primer anillo para el equipo de la gran manzana. Anoche los Lakers tuvieron en Kobe Bryant a su Willis Reed, el jugador angelino ejemplo de esfuerzo y sacrificio por el equipo donde los haya, fue capaz de saltar a la pista con el tendón de aquiles desgarrado y anotar dos triples consecutivos y dos tiros libres. Sin duda Bryant demostró una vez más que no hay excusas y que su amor por el púrpura y oro de los Lakers está fuera de toda duda. Aunque en este caso el servicio de Kobe a los Lakers no ha podido tener la trascendencia del que tuvo el efectuado por el "center" de los Lakers. El equipo angelino, todavía tiene mucho camino por delante para alcanzar los play off y está obligado a ganar los dos partidos de "regular season" que le quedan. La pérdida de Kobe es crítica para unos Lakers que de la mano de Pau Gasol y Kobe Bryant estaban volviendo a parecer ser el equipo que todos soñaban a principio de temporada.

Los Lakers no podían recibir peor noticia, en un enorme partido de su escolta acompañado por un triple doble de Pau Gasol se imponían a los Golden State Warriors de un excelso Stephen Curry quien con 47 puntos estuvo cerca de romper el sueño Laker. Dos partidos por jugar ahora para Pau Gasol y sus "teammates" difícil misión sin Kobe en el equipo, pero no imposible. A falta de las pruebas que se le realizarán durante el día de hoy en Los Angeles, si se confirma la lesión de Kobe, estaría de baja por un período de entre 6 y 9 meses. Apuesto que volverá antes, y que tras esta lesión la idea de la retirada habrá desaparecido de su cabeza. Por el bien del basket, que así sea. Como homenaje aquí os dejamos este vídeo que repasa su carrera en la NBA, Kobe lo merece.

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