Según informa la cuenta de twitter @turbasket, Nemanja Bjelica habría llegado a un acuerdo con el Fenerbahce para jugar en el equipo dirigido por Zeljko Obradovic a partir de la próxima temporada, pero la operación aún puede tardar en cerrarse. El Laboral Kutxa atraviesa ciertos problemas económicos y su presidente, Josean Querejeta, estaría estirando la cuerda persiguiendo obtener el mayor beneficio posible, un Querejeta que tiene fama de duro negociador, querrá sacar la mayor tajada posible de un traspaso de Bjelica cuya libertad está tasada en algo menos de € 1.5 millones, el mandatario vasco conoce del interés del FC Barcelona por hacerse con los servicios de Nemanja y el estado de necesidad en el que ha entrado la entidad catalana tras el fiasco en la operación Spanoulis, por lo que tratará de aprovechar esta circunstancia para sacar la mayor cantidad posible.
El Laboral Kutxa ha sido durante años habitual en la Final Four y candidato a ganar la Liga Endesa, pero no ha podido escapar a la actual crisis y encuentra dificultades para financiarse. En esta situación se ve obligado a vender a sus figuras para compensar los ingresos que ha dejado de obtener por otros medios por lo que Josean Querejeta ha puesto en el escaparate a Fernando San Emeterio, Maciej Lampe y Nemanja Bjelica, de los tres, ninguno está atrayendo tantas miradas como el serbio.
Bjelica llegó al entonces Caja Laboral, en 2010, procedente del Estrella Roja. En aquel momento era uno de los jóvenes más prometedores del mercado europeo, admirado y codiciado por la mitad de los clubes importantes del continente y escuchando los cantos de sirena de la NBA. Josean Querejeta se adelantó a todos y se hizo con la perla balcánica, pero en sus tres años como baskonista su progresión parece haberse estancado. Si antes era un claro proyecto de jugador importante en la liga estadounidense ahora se le critica por falta de carácter. Sin embargo, solo tiene 25 años y sus aptitudes técnicas y físicas, todavía puede jugar de alero con sus 2,09 m, siguen intactas por lo que nadie duda de que aún podría explotar.
El primero en interesarse fue el F.C. Barcelona, necesitado un ala-pívot capaz de lanzar desde la línea de 3, pero los azulgranas parecen gafados este verano. Basta con que se relacione a un jugador con ellos para que fiche por otro equipo. Lo que ya les pasara con Spanoulis, Bogdanovic, Copeland y, más recientemente, Bryant Dunston, fichado por el Olympiacos, podría volver a pasarles con el serbio y el Fenerbahce. El club turco, espoleado por su nuevo entrenador, Zeljko Obradovic, habría adelantado a los culés por la derecha llegando a un acuerdo con el jugador.
Sin embargo, Nemanja es tan sólo uno de los factores de la ecuación y al Fener aún le queda resolver la parte más difícil, llegar a un acuerdo con Josean Querejeta. El presidente baskonista tiene fama de ser un negociador hábil a la hora de fichar jugadores y realmente duro cuando le toca desprenderse de ellos. Sabe que los turcos disponen de dinero y que querrán satisfacer a su nuevo entrenador, toda una institución en el baloncesto europeo y casi una garantía de títulos, y jugará con lo segundo para aligerarles en la medida de lo posible de lo primero.
La venta de Bjelica proporcionará fondos al baskonia para afrontar la próxima temporada y, además, tal vez les permita afrontar alguna nueva incorporación por lo que se presenta como un movimiento clave de cara al futuro de uno de los clubes más importantes de nuestro país. En cuanto al Fenerbahce, supondría la primera piedra de su enésimo megaproyecto, emprendido esta vez con el aval de Obradovic, con el sempiterno objetivo de alzarse con la Euroliga.
Veremos quien se lleva finalmente el gato al agua, parece que el reclamo de Obradovic, ha hecho decantarse al jugador por la oferta turca, pero el Barça necesita empezar a cerrar alguna operación, o corre el peligro de quedarse sin absolutamente ninguno de los objetivos inicialamente marcados, y Bjelica era su objetivo principal para cubrir la vacante dejada por CJ Wallace, por lo que a buen seguro, que Joan Creus y compañía harán un esfuerzo importante para que no se les vuelva a escapar, como ya sucediera con el griego Spanoulis.