
Amar'e Stoudemire no ha calado en Nueva York, ahora las lesiones le hacen llegar mermado al incio de una temporada que se prevé difícil para sus aspiraciones personales. En una plantilla llena de talento y recursos, el pívot deberá encontrar su mejor forma y puntería para ganarse una plaza en la rotación del entrenador Mike Woodson. Está claro que sus objetivos deberán ser distintos a los de antaño y deberá buscar una plaza preferencial saliendo desde el banco. Él pretende volver a dominar, deberá demostrar mucho entonces.
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Es el gran interrogante de los Knicks en la presente campaña. Amar'e Stoudemire es el jugador mejor pagado en Nueva York, pero sus dos últimos años han sido una historia de declive por culpa de su físico frágil. Sus rodillas son de cristal, y tras tres operaciones en menos de un año deberá intentar demostrar que vale su peso en oro, algo imposible de imaginar ahora. Con 30 años y 11 temporada en la élite, Amar'e tiene el reto de volver a ser el de antes, pero jugando menos minutos.
Tyson Chandler es una pieza clave de estos Knicks, una presencia dominante en la pintura y de momento, según los planes, el titular en la rotación. A lo mejor, la adición de Andrea Bargnani le desplazará al banco, pero de bien seguro, hará que Amar'e tenga una competencia feroz. Las previsiones más realistas serían las que ponen a Amar'e en una horquilla de 20 a 25 minutos de juego, en los que deberá aportar proporcionalmente lo que hacía antes en 35-40 minutos. ¿Es posible? Sí, todo depende de su predisposición y su condición física.
Stoudemire cree que podría volver en el estreno de los Knicks el día 30 de octubre ante los Bucks. Probablemente el cuerpo técnico no le permita pisar cancha por precaución. Le quieren, sobretodo, para intentar llegar lejos en los playoffs. En 2011, al llegar al equipo de la gran manzana promedió 25 puntos, 8 rebotes y 2.5 asistencias por partido, entonces empezó el declive. En 2012 terminó con 17 puntos y 8 rebotes, pero tan pudo jugar 47 encuentros. En 2013 fueron tan solo 29 y ya empezó desde el banco, fue regular pero tan solo pudo aportar 14 puntos y 5 rebotes. Su presencia en playoffs fue ya una anécdota.
Woodson ha confirmado que lo podría probar ya en pretemporada, ni que fuera por 10 minutos. Eso sí, su prioridad será que no sufra ninguna recaída. El jugador todavía no tiene el visto bueno para correr a toda velocidad y podría tener un límite de 20 minutos sobre el parqué durante la temporada. Así están las cosas, y su compañero Carmelo Anthony le compadece.
Carmelo se marchó a Nueva York por el dinero, la fama y para ser la estrella de una de las grandes franquicias de la liga, pero Amar'e también fue una de sus motivaciones para elegir a los knickerbockers. Por eso, se le hace difícil la situación. "Como amigo, es difícil dar un paso atrás y actuar como si no me preocupara porque sé que él entrena muy duro y sé el tiempo que dedica al gimnasio para entrenar y rehabilitar," dijo Anthony el Martes. "Observarle avanzar para después verle obligado a dar un paso atrás cada vez, es simplemente triste."
Así es el deporte de élite. Amar'e está motivado y cree en sí mismo, pero la experiencia, tal y como refleja Anthony, no da para muchas ilusiones. Ahora queda esperar y confiar en que el cuerpo de Amar'e le permita, a él y a los Knicks, disfrutar de su enorme juego ofensivo. Le necesitan, aunque ya no sea uno de los pesos pesados en el vestuario.