
Dion Waiters protagonizó la jugada más impactante en la victoria por 114-85 de los Cleveland Cavaliers en su visita a la pista de Philadelphia 76ers. A falta de un minuto para llegar al descanso, el escolta fue directo a canasta y terminó la acción con un bonito mate, con la mala suerte que al caer apoyó de manera forzada y su rodilla se clavó completamente sobre el parqué del Wells Fargo Center. Una acción muy dolorosa que le impidió volver a jugar en la segunda parte.
Afortunadamente, parece que las consecuencias no son tan graves como en un principio podía parecer viendo la aparatosa jugada. Incluso, el jugador se retiró a los vestuarios en el descanso con sus compañeros visiblemente dolorido y cojeando, pero bromeando y riendo, lo que en un principio debería tranquilizar a los Cavs. Hasta ese momento, Waiters jugó 14 minutos, en los que estuvo muy acertado con 13 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y un 5 de 7 en tiros de campo.
El jugador será sometido hoy a pruebas para ver el alcance real de la lesión, aunque él mismo quiso tranquilizar a los fans de los Cavs a través de su Twitter: "Gracias por las oraciones y por preocuparos, pero den las gracias a Dios. Solo me duele como el infierno, pero voy a estar bien".
Cleveland Cavaliers se impuso por un contundente 114-85 a unos Sixers que siguen de capa caída, en un partido que ya al descanso estaba encarrilado (64-43) gracias al parcial de 33-18 del segundo cuarto. En los Cavs el mejor fue un Tyler Zeller, que con 18 puntos y 15 rebotes, sigue aprovechando a las mil maravillas los minutos que tiene debido a la lesión de Anderson Varejao. El reciente MVP del All Star, Kyrie Irving, terminó con 14 puntos y 3 asistencias en 24 minutos de juego. En los SIxers el mejor fue Thaddeus Young con 15 puntos y 9 rebotes.