
Durante el parón del All Star, Serge Ibaka viajó a Los Angeles para descansar durante unos días, pero no quiso dejar de lado ni el baloncesto ni los entrenamientos. En su estancia en California, junto a su hermano Igor y su entrenador personal Joe Abunassar, el jugador y su coach tuvieron tiempo de atender a Bleacher Report, que se centró en hablar de su ética de trabajo desde que llegó a la NBA.
Abunassar comentaba que "nadie conocía a Serge cuando llegó a España. No tenía dinero, pero no le faltaban ganas de trabajar. En las sesiones de captación de jugadores se hacían 3 turnos en Manresa; pues bien, Serge pedía practicar en los 3 en un español bastante flojo y mezclado con el francés. Tampoco tenía dinero ni comida, por lo que había que ayudarle".
Kevin Durant, que le recibió con los brazos abiertos cuando llegó a Oklahoma City, comentaba que "ni sabía hablar inglés ni conducir". KD le ayudó a integrarse porque durante mucho tiempo fueron vecinos, por lo que ahora tienen una grandísima amistad. "Le he visto crecer como jugador de baloncesto a pasos agigantados. Trabaja extremadamente duro y estoy muy contento de que sea uno de los nuestros, porque es uno de los grandes intimidadores de la liga", afirmaba Durant.
Otras dos personas que no están sorprendidas del crecimiento del hispano-congoleño son su manager Pere Gallego y su compañero de selección nacional Pau Gasol. Ven normal que con la cantidad de trabajo que realiza haya llegado hasta el punto de ser uno de los hombres importantes en una plantilla candidata al anillo. Además, Abunassar aseguró que, para él, "la ética de trabajo de Serge es similar a la de Kevin Garnett", y cree que puede llegar a un nivel similar de juego que el de los Nets.
El cambio de Ibaka ha venido con las múltiples lesiones de Westbrook. El español ha subido sus rebotes hasta los 8.8 por encuentro, mientras que la temporada pasada estaba en 7.7. Su aportación en puntos casi ha subido dos tantos. De 13.2 la temporada pasada a los 15.1 que promedia a día de hoy. También asume casi 3 lanzamientos más por encuentro con un acierto de casi un 55% y teniendo en cuenta que lanza desde una mayor distancia. La entrada en su juego del tiro de 5 metros o más le aporta más recursos a sus habilidades baloncestísticas, aunque su entorno sigue echando de menos el juego de espaldas a canasta, pero también aseguran que con las horas que dedica Serge a entrenar, lo acabará introduciendo entre sus movimientos.
Durant e Ibaka entrenan juntos siempre que pueden y juegan el uno para el otro. Ambos son muy perfeccionistas según Abunassar. Trabajan y trabajan hasta que el movimiento sale al 100% como quieren. Cada uno tiene sus preferencias y entre ellos trabajan los movimientos de su compañero para ser más efectivos. "En ataque manda Kevin, y en defensa se hace lo que dice Serge", afirma el entrenador. "Cualquier mínimo error hace que el ejercicio se repita más y más veces hasta que exactamente es como uno de los dos quiere".
Durante la ausencia de Westbrook, el alero de los Thunder e Ibaka han trabajado el pick&roll y el pick&pop como principal manera de atacar a los rivales. Durant dice que "Serge está ayudándole mucho con los lanzamientos cuando se queda atrapado con varios defensores. Además, también es capaz de encontrar al hombre mejor situado y está jugando noche sí y noche también a nivel All Star". También le ha ayudado en gran manera su mejora en el vocabulario y a la hora de expresarse en inglés.
Ibaka es un hombre más que importante en su equipo. Tanto en ataque como en defensa tiene un papel más que esencial, por lo que los otros equipos tienen una fijación especial en el nacionalizado español. Sin embargo, no es bien recibido en demasiados equipos. Se le ha visto habitualmente enzarzado con los jugadores de los Clippers y no cae demasiado bien a las grandes estrellas de la liga. El motivo está claro: la intensidad que pone en cada jugada y que es un jugador que no tiene miedo a nada ni nadie. Precisamente hace pocas noches, ante Miami Heat, le rompió la nariz involuntariamente a LeBron James intentando un tapón. James acabó con un mate delante de uno de los grandes 'artesanos de gorros' de la liga, pero a Serge no le importó esto, sino no haber podido parar al actual campeón de la NBA.
Sus compañeros de equipo y el cuerpo técnico no dudan de que si estuviera en el este, sería All Star, pero la competencia (Griffin, Love, Aldridge, Randolph, Cousins, Lee, Nowitzki, Davis o Duncan) han impedido que este año haya estado en Nueva Orleans. A Serge le gustaría jugarlo, como a cualquiera que llega a la NBA, tal y como comenta a Bleacher Report. "Creo que si sigo así, la próxima temporada recibiré más votos para el partido de las estrellas y estaré ahí".
Serge ahora mismo solo piensa en dos cosas: una, su juego ofensivo; la otra, llegar a las Finales de la NBA. "Vamos a llegar a las Finales. Queremos un anillo."