Los Bulls, mejores con Noah como líder

Tom Thibodeau ha encontrado la fórmula para lograr que el equipo sea mejor tras las bajas de Derrick Rose y Luol Deng: Joakim Noah

Alejandro Daniel Díaz Triguero | 03 Mar 2014 | 19:34
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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Cuando la temporada comenzó para Chicago Bulls, toda la atención se fijaba en las rodillas de Derrick Rose, el MVP de 2011, tras un año fuera de las canchas. Su entrenador, Tom Thibodeau, necesitaba volver a acoplar a su mejor jugador, en una forma física no óptima para lo que el entrenador demanda: entrega absoluta, sobre todo defensiva, durante todos los minutos en cancha en cada uno de los partidos. Pero tras la nueva lesión del jugador se planteaba al equipo otro nuevo reto: sobrevivir sin Rose y, más adelante, sin Luol Deng, que salía traspasado. Así fue como Joakim Noah se erigió como líder del equipo, con resultados sorprendentes.

Porque Joakim Noah nunca ha dado la impresión de ser una estrella de la NBA. Gran jugador defensivo, nunca terminó de dar el paso definitivo para refrendar las sensaciones que había dejado antes de dar el salto a la NBA desde Florida. Sin embargo, su rendimiento desde la salida de Deng, sin Rose en el equipo, ha mostrado que posiblemente estemos ante unos de esos jugadores que no necesitan grandes alardes ofensivos para hacer mejores a sus compañeros y a su equipo.

Desde el 4 de enero, fecha en que Luol Deng jugaba su último partido con los Bulls, el equipo ha revertido de manera casi milagrosa la tendencia de la temporada. Con una plantilla donde ningún jugador cubre las características de una estrella, Thibodeau ha encontrado su caldo de cultivo perfecto. Cada jugador se entrega al máximo, tanto en ataque como en defensa, por el bien del equipo. Si miramos estadísticamente, observamos un cambio de tendencia a ambos lados de la cancha. Si nos fijamos en cómo anota el equipo sin Rose y Deng, sus mejores jugadores en este apartado, las diferencias saltan a la vista. Hasta el 4 de enero el equipo anota 96,3 puntos por cada 100 posesiones; desde esa fecha anota 102, algo impensable teniendo en cuenta sus bajas. Además, el equipo lanza mejor (45,5% de eFG% por un 48% desde esa fecha) y todo esto jugando menos posesiones. Es decir, Thibodeau encuentra en la solidaridad la mejor manera de atacar: 16,7 asistencias por cada 100 posesiones por 18,1. Cada jugador cuenta.

Pero si hay algo que caracteriza al juego de los Bulls es su defensa. En este sentido las cifras son similares (97,8 puntos por cada 100 posesiones), incluso con mejores porcentajes para los rivales. Por lo tanto, el error con Rose y Deng en la plantilla se mostraba en el ataque, donde los sistemas se centraban en cómo podían resolver a la hora de atacar, cuando tal vez era mejor optar por un juego más coral, como ocurre ahora.

Y APARECIÓ NOAH

Hasta la lesión de Rose el récord de los Bulls era de 6 victorias y 5 derrotas. Cuando Deng sale traspasado, los Bulls se encontraban con 14-18, cerca de salir de los puestos de Playoffs. Desde esta fecha el equipo registra un 19-8 de parcial, que le coloca en la cuarta posición del Oeste (34-26), apunto de asaltar la tercera plaza de Toronto Raptors. Y todo esto con un líder inesperado, el jugador que ha logrado revertir la situación del equipo, destinado tras las bajas de sus mejores jugadores a luchar por asegurarse un puesto en postemporada. Joakim Noah ha refrendado su categoría de All-Star (dos temporadas consecutivas), mejorando las prestaciones ofensivas y defensivas del equipo.

Desde el 4 de enero sus promedios son de 10,9 puntos, 10,1 rebotes y 3,5 asistencias. Tal vez estas cifras no digan demasiado, pero si indagamos en las estadísticas avanzadas hallamos el verdadero peso del jugador en la mejora de su equipo. Con él en cancha los Bulls anotan 105 puntos por cada 100 posesiones, mientras que reciben únicamente 95,8. Los rivales lanzan un 46,5% de eFG, mientras que sin él lo hacen en un 49,8%. Se trata de aportación tanto ofensiva como defensiva. Y Noah explota ahora mucho más su pase, como explica que desde que ejerce como líder promedie 29,2 asistencias por cada 100 posesiones, por las 21,1 anteriores.

Puede que a simple vista el juego de Joakim Noah no entre por los ojos del aficionado. Sin ser un virtuoso en ataque, Noah aporta circulación de balón y una competitividad que ya quisieran para sí algunos de los mejores jugadores de la NBA. Thibodeau ha encontrado a su líder perfecto, el que mejor entiende los valores que su entrenador quiere transmitir a toda la plantilla: solidaridad, falta de egoísmo y dureza para competir desde el minuto uno de cada partido. Los Bulls, sin Rose ni Deng y con él como líder, se quieren apuntar al carro del anillo.