La historia más loca del 'rookie' Giannis Antetokounmpo

El jugador de los Bucks estuvo a punto de no poder jugar un partido por quedarse sin dinero para coger un taxi

Alejandro Huerta | 06 Mar 2014 | 12:18
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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Giannis Antetokounmpo se ha ganado un sitio en la liga y en el corazón de los aficionados. Sus condiciones físicas son inigualables y, por suerte, ha caído bien en la liga. Todos, jugadores y entrenadores, le alaban por su ética de trabajo y por sus cualidades para esto del baloncesto. Fuera de las canchas es todavía un niño que mira la NBA como un sueño, y por eso tiene las excentricidades típicas de una persona de 19 años.

Antetokounmpo, tal y como cuenta Chris Mannix en su Twitter, marchó un día a principio de temporada a una oficina para mandar dinero a su país, donde estaba viviendo su familia antes de trasladarse a Estados Unidos, ya que su hermano Thanasis también está jugando a baloncesto en Estados Unidos, más concretamente en la D-League. Además, el resto de su familia también tienen las condiciones atléticas suficientes como para triunfar en el baloncesto y se han trasladado todos a los Estados Unidos para poder dedicar más tiempo al deporte. Cuando el jugador envió el dinero a su familia, vio como el tiempo se le había echado encima y tenía que darse prisa para llegar al partido que disputaba su equipo en el Bradley Center. Sin embargo, el alero griego se dio cuenta de que se había quedado sin dinero para poder pagar un taxi, por lo que en vez de pedir o intentar convencer a un taxista para que le llevara al pabellón y allí pagarle, el joven europeo se puso a correr camino al estadio. El jugador corrió alrededor de kilómetro y medio hasta que una pareja de aficionados que iban al encuentro se dieron cuenta de que la persona que estaba corriendo era el rookie de su equipo y le ofrecieron montarse en el coche junto a ellos para poder llegar a tiempo.

El rookie está promediando 7.2 puntos, 4.5 rebotes y 1.9 asistencias por encuentro desde que llegó a la NBA, pero cada día se nota que va mejorando y parece no tener techo. Además, lo mejor de él es que parece un tipo normal.