
Ricky Rubio fue una de las claves de Minnestota Timberwolves en la victoria (tras orórroga) en la pista de los Dallas Mavericks. El español completó una de sus mejores actuaciones desde que llegó a la NBA, yéndose hasta el triple-doble, gracias a los 22 puntos, 15 asistencias y 10 rebotes, con un magnífico 8/12 en tiros de campo. Esos números le hicieron dominar el partido y a su compatriota José Manuel Calderón, que se quedó en 12 puntos y 4 pases de canasta.
De esta manera el de El Masnou profanó el hogar de Calderón, con una actuación que aunque llega tarde para los intereses de los Wolves (tienen casi imposible entrar en playoff), puede reforzar enormemente la autoestima de Ricky y quizá sirva de trampolín para volver a ver a ese jugador que maravilló a la NBA antes de sufrir aquella desafortunada y grave lesión.
El partido estuvo tremendamente igualado, y de hecho necesitó de cinco minutos extra para ver quién era el ganador. Los de Adelman dominaron con claridad el primer cuarto y parecía que tenían bien controlado el partido. Pero en un gran último cuarto los locales se vinieron arriba y consiguieron forzar la prórroga, donde la figura de Kevin Love se hizo enorme, anotando también la canasta ganadora para los Timberwolves.
El ala-pívot fue una vez más el líder de los suyos, al conseguir anotar 35 puntos y capturar 8 rebotes, con Ricky como su fiel escudero. En los Mavs, Dirk Nowitzki estuvo a la altura del duelo, y aunque falló muchos tiros se fue hasta los 27 puntos. Monta Ellis, con 22 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, también fue uno de los mejores del choque.
Pese a la derrota, los Mavs siguen en la octava posición del Oeste, gracias en parte a que Phoenix Suns está atravesando el peor momento de juego y resultados de su temporada.