Sixers y Spurs, caminos totalmente opuestos

Anoche se enfrentaron dos equipos que viven situaciones opuestas. Por un lado los San Antonio Spurs, líderes de la NBA y el equipo más en forma, y por el otro Philadelphia 76ers, que está cerca de ser uno de los peores equipos de la historia. El resultado, como no podía ser de otra manera, fue muy favorable a los de Popovich (91-113) que suman su victoria consecutiva número 14.

Gracias a su gran momento, los Spurs son cada vez más líderes de la NBA y ya sólo Oklahoma City Thunder parece en disposición de quitarle ese privilegio, cosa que será nada fácil. Además, si los pupilos de Popovich son capaces de ganar sus próximos tres partidos (dos contra Denver y otro contra New Orleans), igualarán la mejor racha de victorias de su historia (temporada 1995-96).

Todo lo contrario que los Sixers, que suman con ésta su derrota número 25 consecutiva, es decir su última victoria fue el 29 de enero. Si pierden su próximo partido, cosa muy probable ya que visitan a los Rockets, igualarán la peor racha de derrotas de la historia de la NBA, hasta ahora en manos de Cleveland Cavaliers. Y si también pierden contra los Pistons, la superarán.

El partido de anoche apenas tuvo historia, ya que los Spurs se fueron al descanso 16 puntos arriba (44-60) y una remontada visitante parecía imposible. Y así fue, en los segundos 24 minutos la diferencia no hizo más que aumentar hasta los 22 puntos de diferencia final (91-113).

El hecho de que el mejor de los Spurs fuese Austin Daye, un jugador que apenas cuenta para Popovich, demuestra lo fácil que resultó todo. El alero jugó casi 29 minutos, en los que anotó 22 puntos y capturó 6 rebotes, con un magnífico 6/10 en triples. En los Sixers el mejor fue Michael Carter-Williams, con 17 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.