Los aficionados de los Sixers pueden respirar tranquilos. La histórica franquicia venció el que probablemente fuera el partido más importante de la temporada. Pese a que las derrotas no importan en exceso esta temporada en Philadelphia, la de anoche hubiera supuesto un hecho del que ningún equipo puede sacar pecho.
La victoria sobre los Detroit Pistons (123-98) deja a los Sixers empatados con los Cleveland Cavaliers en 26 derrotas consecutivas como las peores rachas en la historia de la NBA. "Debemos salir y jugar sin pensar en récords ni nada", explicaba Thaddeus Young tras el partido. De esta forma los Sixers, una de las franquicias más exitosas en la NBA, no albergará en solitario dicho "honor". Michael Carter-Williams y el propio Young, con 21 puntos, fueron los mejores jugadores de su equipo. En los Pistons, que lanzaron por debajo del 39% en tiros, brilló Greg Monroe, con 20 puntos y 10 rebotes.