
La ausencia de New York Knicks continúa dando que hablar en la ciudad. El fracaso del proyecto esta temporada resulta inexplicable para muchos analistas, sobre todo teniendo en cuenta que el equipo contaba casi con la misma plantilla que la temporada pasada ganara 54 partidos y forzara seis partidos a los Pacers en segunda ronda de Playoffs. Para algunos jugadores como Stoudemire el equipo debería estar entre los mejores de la NBA.
"Sobre el papel deberíamos ser el mejor equipo de la liga", afirma tajante Amaré Stoudemire. "Tenemos grandes jugadores que ya lograron mucho", respondía a un periodista que le preguntaba por la ausencia del equipo en los Playoffs. "Habrá muchos cambios", aventuraba el ala-pívot, al que aún le restan 23 millones de dólares por ganar la próxima temporada. Uno de esos cambios vendrá seguro desde el banquillo, donde los días de Mike Woodson parecen haber tocado fin.
El actual entrenador se echa a sí mismo la culpa de la temporada: "Puedes poner el dedo en muchas direcciones. Al final yo soy el entrenador y no lo he conseguido. Es así de simple", afirmaba Woodson. "Como entrenador, pido perdón a los aficionados. Ellos pagan un dinero que les cuesta ganar para vernos jugar y no hemos conseguido lo que esperábamos esta temporada". Buena parte de las críticas al equipo han surgido a raíz de las gestión que Woodson ha hecho de una plantilla plagada de talento ofensivo, pero que sin embargo no ha alcanzado el nivel defensivo que el año pasado les tuvo en lo más alto de la Conferencia Este buena parte de la temporada.
El problema viene de cara al futuro. Nadie asegura que Carmelo Anthony seguirá en el equipo la próxima temporada, toda vez que podrá ser agente libre este verano si lo desea. "Es complicado para mí aceptar esto. Es complicado estar algo feliz ahora. Es una situación complicada para mí ahora mismo" explicaba Carmelo, un jugador que se perderá los Playoffs por primera vez en sus once años de carrera. Aunque las palabras de Stoudemire suenen optimista, la realidad es que por nombres los Knicks deberían estar al menos entre los ocho mejores equipos de su conferencia. Le queda un largo trabajo por delante a Phil Jackson.