Partido a vida o muerte para los Houston Rockets que, por fin, estuvieron serios desde el principio con un gran Dwight Howard y consiguieron una victoria importante en el día en el que LaMarcus Aldridge no estuvo fino por el buen trabajó atrás del ex de los Lakers. Los Rockets suman la segunda victoria y salvan el primer 'match ball' de la eliminatoria.
El equipo texano sabía desde el principio de la importancia del partido. Parsons ya había declarado en las horas previas al encuentro que no podían fallar porque sabían que se acababa la temporada y así lo hicieron. Desde el inicio fueron los que marcaron el ritmo del partido, aunque Portland llegar a a igualar el encuentro cerca del descanso. Salieron a la pista con 2 pívots (Howard y Asik) y eso les causó muchos problemas a los Blazers
Los de Kevin McHale no fueron por detrás en ningún momento, aunque Portland sacaba esos arreones con los destellos de Damian Lillard para intentar reducir las distancias. En los minutos finales del partido, cuando parecía que iba a volver a ser un final agónico, los Rockets subieron su nivel defensivo y aumentó su acierto de cara a canasta cuando a Harden le llegó la pelota para acabar haciéndose con el triunfo y alargando la eliminatoria al menos un partido más.
El mejor del encuentro fue Dwight Howard por su gran trabajo sobre Aldridge y sus 22 puntos y 14 rebotes, aunque Jeremy Lin saliendo desde el banquillo con 21 puntos y el gran partido de Chandler Parsons con 20 no pueden hacer que nos olvidemos que quien se jugó las últimas canastas y las acertó fue James Harden, que acabó con 17 tantos y 7 asistencias. En los Blazers, pese al mal partido de Aldridge con 8 puntos y 8 rebotes y un 3/12 en casi 40 minutos, el resto de los titulares sumaron más de 15 puntos. Matthews, con 5 triples, fue el mejor y acabó con 27 tantos. Con uno menos, 26, terminó Lillard el encuentro, además de 8 rebotes y 7 asistencias. Robin Lopez se fue hasta los 17 puntos y 8 rebotes y Batum se quedó en 15.