Steve Kerr será el próximo entrenador de los Golden State Warriors. Sin ningún tipo de experiencia en los banquillos (sí en los despachos, donde no dejó buen recuerdo), el que fuera base de Bulls o Spurs (entre otros) afronta como primer reto ganarse la confianza del vestuario, muy tocada tras la salida de su entrenador las tres últimas temporadas.
No sólo será complicado para Kerr mantener el nivel de competitividad del equipo y su juego, sino mejorarlo. La salida de Jackson se debió según Joe Lacob, propietario, a razones deportivas, ya que la dirección de la franquicia esperaba que el equipo formara parte de los cuatro mejores conjuntos del Oeste. No fue así por diversos motivos (lesiones en momentos clave) y decidieron deshacerse de Jackson y optar por Steve Kerr, que ahora asume el mando de una plantilla desmotivada tras la salida de su entrenador estos tres últimos años.
Lo que muchos periodistas se preguntan es por qué no se han realizado muestras públicas de apoyo a Steve Kerr tras su contratación por parte de los jugadores. Según recoge Bleacher Reports, un jugador anónimo de los Warriors explica la situación: "Es lealtad al coach Jackson. No tiene nada que ver con Steve (...). Tiene más que ver con la forma en que el entrenador salió. Los chicos amaban a Jackson. Se pegarían contra un muro por él. No se fijan en que se ha ido y alguien ha sido contratado".
También el propio Kerr asume el reto en una entrevista para CSN: "Sé que es un reto muy difícil. Mark tuvo mucho éxito y ha hecho un gran trabajo con los jugadores. Le aprecian mucho. Pero lo veo con optimismo porque heredo un buen equipo. Prefiero heredar un buen equipo con expectativas que uno malo sin ellas. Así que soy consciente de que tendrán unas expectativas. Reto a cualquiera a que encuentre un trabajo en la NBA que no esté lleno de retos".
Parte del malestar que pueda existir en la plantilla tendría que ver con el tema contractual. Jackson y Kerr llegaron al banquillo de los Warriors sin ningún tipo de experiencia previa en los banquillos NBA, pero sin embargo su valoración económica es muy dispar. Mientras que Jackson firmó un contrato por cuatro temporadas a razón de 8 millones de dólares, Kerr ha firmado un contrato por cinco años y 25 millones, lo que le sitúa por encima de la media. El primer reto de Kerr será ganarse al vestuario y después a sus rivales en la cancha.