Hola de nuevo, Charlotte Hornets

En Carolina del Norte esperan recuperar la ilusión de los aficionados con una imagen renovada.

Roberto Carlos Mateos | 20 Mayo 2014 | 19:16
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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Los Charlotte Hornets han oficializado este martes su cambio de nombre, logo y marca de la franquicia, que durante la última década ha sido Charlotte Bobcats, y que recupera así el nombre que dejó libre la franquicia de los New Orleans Pelicans en verano de 2013 y que ya habían lucido en Carolina del Norte desde 1988 hasta 2002. La franquicia de la que es propietario Michael Jordan ya se presentan en las redes sociales como los Hornets, con una imagen totalmente renovada, y mucho más atractiva, recuperando también a la famosa mascota 'Hugo the hornet'.

A pesar de que los Bobcats han pasado en estos 10 años de vida por ser una de las franquicias con peor porcentaje de victorias de la historia, el nuevo nombre puede reflejar también un cambio en la filosofía del equipo, que como mercado pretende calar más entre los aficionados locales, y expandir su marca por el mundo. Tras una temporada en la que han conseguido superar por fin el 50% de victorias en temporada regular, y con jugadores como Al Jefferson y Kemba Walker, los Bobcats, digo los Hornets, tienen razones para seguir creyendo.

Las 43 victorias de esta temporada suponen la segunda mejor marca de la historia de la franquicia, fundada como Charlotte Bobcats en 2004 después de que los antiguos Charlotte Hornets se marcharan a Nueva Orleans. El cambio de nombre a New Orleans Pelicans ha permitido que la franquicia de Carolina del Norte pudiera recuperar el original con el que la NBA llegó a Carolina del Norte en 1988 en un programa de expansión en el que también fueron creados los Miami Heat.

¿DE DÓNDE VIENE EL APODO?

Según el artículo que publicaba el Charlotte Observer en el mes de diciembre, el nombre de los Hornets tendría su origen en la Guerra de la Independencia norteamericana, cuando el general británico Charles Cornwallis comparó la resistencia en Charlotte con un nido de insoportables avispas. El baloncesto no es el primer deporte que se sirve de esta anécdota, ya que un histórico y pretérito equipo de las ligas menores de béisbol de la ciudad y otro de fútbol americano adoptaron el nombre hasta mediados de la década de los setenta.