
La compra de Los Angeles Clippers a cambio de 2.000 millones de dólares por parte de Steve Ballmer ha dejado como uno de los principales damnificados de esta operación a la ciudad de Seattle. Y es que Steve Ballmer era el principal socio de Chris Hansen, el motor encargado de lograr que una esta ciudad estadounidense vuelva a lograr disfrutar de una franquicia NBA.
Todos aquellos nostálgicos que admiraban a los míticos Seattle Supersonic y que soñaban con el regreso de una franquicia con sede en esta ciudad van a tener que aparcar ese sueño. Y la principal razón es la compra de Los Angeles Clippers por parte del ex director de Microsoft Steve Ballmer.
Ballmer, que se ha gastado 2.000 millones en adquirir a los angelinos, era el socio de Chris Hansen, el hombre que lleva varios años luchando por comprar una franquicia y trasladarla a la ciudad de Seattle. Ahora, Hansen ve como pierde a su principal motor económico, ya que Ballmer se ha comprometido a no mover a los Clippers de su actual sede.
Varias han sido las veces en que Hansen ha estado cerca de cumplir su objetivo. Sin ir más lejos, el mes pasado Hansen y su socio Ballmer ofrecieron 650 millones de dólares para compra Milwaukee y llevarlo a Seattle. Pero se encontraron con la firme oposición del dueño Herb Kohl, que se acabó decantando por la opción de Wesley Edens y Marc Lasry, que se comprometían a mantener la franquicia en Wisconsin.
Otro movimiento de Ballmer y Hansen ya conocido y que acabó fracasando fue el que hicieron la temporada pasada con Sacramento Kings. Los dos socios pujaron muy fuerte por la franquicia, pero finalmente el que acabó llevándose el gato al agua fue Vivek Ranadive, que además logró un acuerdo por parte de la ciudad californiana para renovar el pabellón de los Kings.
Hace unos meses Hansen también se movió para intentar comprar los Minnesota Timberwolves. El dueño de los Wolves, Glen Taylor, puso en venta a la franquicia, pero finalmente la retiró del mercado y renovó su compromiso hasta 2032 cuando la ciudad de Minneapolis aportó 50 millones de dólares para reformar el Target Center.
Así pues, parece que a Hansen se le han agotado los cartuchos y podría decirse que deberá aparcar su sueño al menos durante unos cuantos años. Además, hace no mucho recibió otro revés cuando Adam Silver declaró que la NBA no tenía intención alguna de expandir la liga hacia Seattle.