El Herbalife Gran Canaria sorprendió en la jornada de ayer cuando anunció que Pedro Martínez no iba a ocupar el banquillo del equipo la próxima temporada. Con él a los mandos, los canarios han completado el mejor ciclo de su historia, por lo que la decisión en el terreno deportivo es cuanto menos cuestionable. Además, según ha publicado el Blog el Contraataque, el Cabildo de Gran Canaria habría presionado para que Martínez no continuara.
Un nuevo escándalo sacude a la ACB y más concretamente al Herbalife Gran Canaria. El conjunto insular anunció en la jornada de ayer que Pedro Martínez no iba a ocupar el banquillo la próxima temporada, a la vez que le agradeció por el servicio ofrecido estos años y le deseó la mejor de las suertes.
Deportivamente hablando, la decisión tomada por los canarios es respetable, aunque sin duda alguna puede ser cuestionada. Pedro Martínez ha ocupado el banquillo insular los últimos cinco años y ha llevado al club a vivir la mejor época de toda su historia. Con él, llegaron la temporada pasada a las semifinales de la Liga Endesa y este año firmaron la mejor clasificación en toda su historia, después de acabar quintos con 22 victorias y sólo 12 derrotas.
Nadie puede discutir que el trabajo de Pedro Martínez al frente del equipo estos años ha sido impecable. En este sentido, aunque muchos no compartan la decisión tomada, es totalmente lícito y respetable que el Gran Canaria quiera comenzare un nuevo proyecto.
Pero lo turbio del asunto está en que parece ser que la decisión tomada por el club insular poco tiene que ver con lo deportivo. Según publica los compañeros de El Contraataque, Pedro Martínez cuenta con el respaldo de gran parte del club, incluidos el de Berdi Pérez, director deportivo y el de Joaquín Costa, presidente del club. ¿Entonces cuáles son los motivos de esta decisión?
Desde el blog el contraataque afirman que las razones son única y exclusivamente políticas y apuntan directamente a una persona: Lucas Bravo de Laguna, responsable de Deportes del Cabildo de Gran Canaria. Según esta información, Laguna estaría detrás de la no continuidad de Pedro Martínez.
Y la razón, no sería otra que la de que a Laguna no le gusta nada la actividad del técnico en las redes sociales. Martínez ha demostrado ser una persona muy comprometida y es habitual que publique y retwitee tweets relacionados con temas como el aborto o los deshaucios. Y esto, le ha supuesto la sentencia definitiva por parte de Lucas Bravo de Laguna, que pertenece a la disciplina del Partido Popular.
Al parecer, Laguna habría presionado al Gran Canaria para no renovar el contrato de Pedro Martínez. Sí el club decidía no ceder ante las presiones y continuar confiando en su actual técnico, el Cabildo de Gran Canaria iba a reducir al mínimo la ayuda económica que ofrece anualmente. Pero por contra, sí finalmente optaban por no renovar a Pedro Martínez, como si ha sucedido, Laguna se habría comprometido a aumentar esa ayuda económica.
De ser cierto esto, estaríamos ante algo muy grave, ante una clara invasión política en un tema que única y exclusivamente debería ser deportivo. Y peor aún, ya que lo hecho por Bravo de Laguna iría en contra de un derecho fundamental de todos los ciudadanos, el derecho a la libertad de expresión.