Damjan Rudez, rumbo a la NBA

El trasvase entre la ACB y la NBA es algo muy habitual en los últimos tiempos. Varios han sido los jugadores que han puesto cambiado la Liga Endesa por la mejor liga del mundo y ahora a ellos podría unirse Damjan Rudez. El buen papel del croata con el CAI Zaragoza ha hecho que varias franquicias estén muy interesadas en su fichaje.

Este alero croata, nacido en Zagreb el 17 de junio de 1986, llegó al conjunto maño hace ya dos temporadas, procedente de la Cibona de Zagreb de su ciudad natal. Desde entonces, se ha convertido en uno de los mejores jugadores del CAI y en una pieza básica en los esquemas de su entrenador José Luis Abós.

En su primera temporada en la Liga Endesa sus números fueron de 11,03 puntos y 1,85 rebotes, con un 55% en tiros de 2 (84/154), un 42% en triples (49/116) y un 88% en tiros libres (49/56). Y esta campaña, su segunda en la ACB, no ha hecho más que confirmar lo apuntado en su temporada de debut. En este 2013/14 ha promediado 12,5 puntos, con un 50% en tiros de 2 (65/129), un 43% en triples (66/153) y un 78% en tiros libres (32/41).

Ya desde joven apuntaba maneras, pero hasta que no llegó a la ACB no se consolidó en la élite del baloncesto del Viejo Continente. Y su gran talento y su todavía margen de mejora (sólo tiene 27 años), no han pasado desapercibidos al otro lado del charco.

Ahora mismo se encuentra trabajando con los Cleveland Cavaliers, pero los de Ohio no son los únicos que se han interesado por sus servicios. Otras franquicias como Indiana Pacers, Utah Jazz o Toronto Raptors le han seguido la pista durante estos últimos años. Hay que recordar que Rudez no fue seleccionado en el Draft de 2008, por lo que es libre para fichar por cualquier franquicia.

El gran problema estaría en que todavía le resta un año de contrato con el CAI Zaragoza, donde es una pieza clave, por lo que el club no pondría fácil su salida. El propio jugador dejó claro hace no mucho que estaba muy feliz en el conjunto maño y que estaría encantado de renovar por más tiempo. Pero los cantos de sirena desde la NBA podrían hacerle cambiar de opinión, ya que no todos los días pasa el tren de la mejor liga del mundo.