Cuando comenzó la temporada NCAA las páginas especializadas daban a tres jugadores de primer año como los más destacados y los aspirantes al número uno del Draft. Uno de ellos era Julius Randle, que se había comprometido con la siempre eficaz Kentucky, un equipo al que muchos situaban a mayor nivel que equipos NBA. Y a nivel colectivo, fue el mejor de los tres.
Julius Randle pertence a la generación del 94, nacido el 29 de noviembre de ese año en Plano, Texas. Se comprometió a disputar su única temporada universitaria en los Wildcats de Kentucky, un equipo plagado de jugadores de primer año y que bajo la batuta de John Calipari aspiraban a lograr el título nacional. Tras un mal inicio acabaron remontando en la fase final del campeonato, llegando a disputar la final nacional ante Connecticut.
Julius Randle ha sido su mejor jugador esta temporada. Las previsiones sitúan a este ala-pívot zurdo rondando los puestos 5 a 7, lo cual es mucho menos de lo que se esperaba hace ahora un año, cuando recién acabado el instituto nadie pensaba que estaría por debajo del puesto tres. Randle es un jugador muy bien formado físicamente, con un tren superior muy potente y una gran coordinación. En torno a los 2'04 y más de 110 kilos, su principal fortaleza es el juego cerca del aro.
Su arma más importante es el juego fuera-dentro, ya que amenaza desde posiciones exteriores y acaba poniendo el balón en el suelo, optando por la penetración. Una vez iniciada la carrera hacia el aro termina con bandejas o mates o sacando faltas personales (más de siete tiros libres de media por partido), donde siendo un jugador interior saca buenos porcentajes (70%). También es frecuente verle ir hacia el aro y parar a dos-tres metros para postear.
Aunque no es un jugador con un gran dominio del juego de pies, aprovecha bien su fortaleza y su condición de zurdo para sacar un lanzamiento efectivo, principalmente cuando se coloca cara al aro. Pese a ser zurdo no condiciona su juego a esa mano y aprovecha bien cerca del aro para anotar girándose hacia su lado derecho. Randle además es un buen reboteador ofensivo, aspecto que añade a su definición cerca del aro, aprovechándose sus errores para rebotearse él mismo y anotar.
Respecto al lanzamiento exterior es un aspecto que aún debe mejorar mucho. Aunque es eficiente a una distancia de unos cinco metros (lo cual le permite la finta y penetración), no tiene rango de tiro para ser una amenaza desde más de seis metros. Sí que aprovecha bien este lanzamiento de media distancia para anotar después de bloqueo y continuación, aunque la mayor parte del tiempo es más partidario de la penetración que del lanzamiento. Randle no es un buen pasador y le cuesta mucho sacar el balón una vez se propone anotar.
En el otro lado de la cancha no es un gran defensor, destacando principalmente por su apatía defensiva. Debido a su altura no es un gran intimidador y su capacidad reboteadora viene más condicionada por sus condiciones físicas que por su actitud, ya que pierde la concentración con bastante facilidad. Puede sufrir mucho en la NBA ante jugadores más altos.
El principal defecto de Randle será el de otros muchos jugadores en los últimos tiempos: su indefinición entre el puesto de cuatro y tres. Por sus características físicas debería ser un tres, pero su juego le hace ser un cuatro. No tiene lanzamiento exterior ni la velocidad para moverse por la cancha de un alero y sufrirá mucho ante los cuatros de la NBA, todos más altos y con igual o mayor movilidad que Randle. Este es el problema que le ha hecho bajar tanto en el Draft, demasiadas dudas para un jugador que iba camino del Top 3.