La esperanza ha vuelto a Minnesota tras la salida de Kevin Love. O no exactamente, pero al menos el público del Target Center está ilusionado con los nuevos jugadores jóvenes pese a perder a una de las grandes estrellas de la NBA. En tan sólo una semana desde que se anunció la marcha del californiano, el equipo ha batido un récord de abonos de temporada vendidos.
El 23 de agosto de 2014 pasará a la historia de los Minnesota Timberwolves como el día en que Kevin Love era traspasado a cambio de Andrew Wiggins, Anthony Bennett y Thaddeus Young. La marcha de uno de los mejores jugadores de la NBA actual a cambio de dos números uno del Draft ha devuelto la ilusión a los aficionados de la ciudad, que ven con esperanza el proyecto construido en torno al alero canadiense. Y se ve reflejado en la venta de entradas.
Según publica el periodista John Krawczynski, de Associated Press, la franquicia habría hecho público la venta de abonos registradas durante la primera semana desde el traspaso. Al parecer serían 300 abonos de temporada completo, una cifra muy por encima de las logradas las últimas temporadas con Love en el equipo. En una semana se habrían sumado más abonos, una cifra que sólo se ve reflejada de cara a la temporada de 2011, cuando Ricky Rubio anunció que daba el salto a la NBA.
Desde la franquicia están encantados con la noticia, ya que Minnesota fue la pasada temporada una de las canchas con peor afluencia de público en la NBA. Y no sólo responde a la llegada de Wiggins. Con Bennett y Young, más el novato Zach LaVine y el veterano Mo Williams, el equipo parece haber dado un paso al frente pese a que muchos (como ESPN) le pronostican ser el peor equipo del Oeste en temporada regular. Podrán llegar o no los resultados, pero los aficionados están ilusionados.