Nueva Zelanda es una nación con fuerte contenido basado en su historia ancestral. Ésta está marcada por la cultura maorí, anterior a la llegada de los colonizadores europeos y que a día de hoy sufre un proceso de recuperación, como su lengua. Uno de los rasgos más reconocidos de la cultura maorí es la haka, una danza guerrera utilizada en muchos deportes.
La selección de baloncesto de Nueva Zelanda, los Tall Blacks, como son apodados, llevan varios años participando en grandes eventos internacionales. En el 2002 dieron la gran sorpresa al llegar hasta semifinales y abrieron al mundo el baloncesto neozelandés. Al igual que en el resto de deportes, la selección de baloncesto de Nueva Zelanda realiza la famosa haka, una danza guerrera maorí ideada para intimidar a los rivales en el campo de batalla.
Para muchos la haka puede parecer una simple danza, pero su presencia es muy significativa en la cultura neozelandesa. El país respeta mucho su cultura ancestral, en este caso las costumbres maoríes, como demuestra la reacción a la falta de respeto realizada por la selección de Turquía en el duelo entre ambas selecciones, cuando abandonaron la cancha sin esperar a que terminara la haka.
El último episodio lo ha protagonizado Steven Adams, jugador neozelandés de Oklahoma City Thunder y con antepasados maoríes. Tras un comentario de Andre Iguodala en Twitter, donde restaba importancia al efecto intimidador de la haka, el pívot le respondió pidiéndole que respetara la cultura de su país. Una danza espectacular y curiosa pero que en Nueva Zelanda es parte inherente a la personalidad del país.