
El Baskonia demostró su debilidad frente a un rival que, a priori, debe ser inferior a los vitorianos. El Estrella Roja de Belgrado le pasó la mano por la cara a los de Crespi en el Buesa Arena, mientras la afición reclamaba algo más de intensidad con el ya conocido cántico: “Baskonia, échale huevos”.
No obstante, el equipo local ni le echó lo que tenía que echar, ni cogió lo rebotes que tenía que coger. El dato es escalofriante: 26 rebotes de Baskonia por 45 del Estrella Roja. Y en ataque, sólo Shengelia estuvo aceptable, puesto que el resto del equipo suspendió, al igual que la nota grupal. El problema es que sin ideas y con todo el mundo haciendo la guerra por su cuenta es muy difícil, valga la obviedad.
Por parte balcánica, Marjanovic dominó la zona a sus anchas y Mitrovic fue muy efectivo desde la línea de 3 puntos, sobre todo en el tercer cuarto (16-25), que es cuando definitivamente los visitantes rompieron el marcador. Baskonia, sin fuerzas ni intención, dio el partido por muerto al final del tercer cuarto, con una desventaja que ya alcanzó los 16 puntos (50-66). El resto del partido fue un trámite, pero un trámite muy doloroso.
Unicaja no puede con el campeón
El desastre español en la jornada del jueves se completó con la derrota del último español en disputar su partido, el Unicaja de Málaga. El equipo de Joan Plaza fue por detrás durante casi todo el partido, pero reaccionó en el último cuarto para ponerse por delante (58-57) gracias a un triple de Ryan Toolson (16 puntos).
Sin embargo y tras hacer lo más difícil, los de Guy Goodes volvieron a las andadas liderados por Devin Smith (24 puntos, el mejor del partido) y sacaron una pequeña ventaja que fue suficiente para llevarse la victoria del Carpena. El equipo israelí, con este triunfo, empata en la segunda posición del grupo B con el conjunto malagueño.