Los Detroit Pistons recibían esta madrugada en el Palace of Auburn Hills a los Atlanta Hawks en un partido que se presentaba como la prueba de fuego definitiva para el equipo de Stan Van Gundy. Tras firmar una racha positiva de siete victorias consecutivas imponiéndose a conjuntos de la talla de Cleveland Cavaliers, San Antonio Spurs y Dallas Mavericks tocaba ahora enfrentarse al equipo revelación de la liga y líder de la Conferencia Este: los Atlanta Hawks.
Sin embargo, los pupilos de Mike Budenholzer se impusieron de manera ajustada (106-103) a los Pistons y terminaron sufriendo en un encuentro que iban dominando por 19 puntos después de los dos primeros cuartos tras anotar 64 tantos. El equipo cambió totalmente de imagen en la segunda mitad pero no pudo evitar una derrota que pone fin a su racha triunfal. Aún así, la imagen dada por los Pistons difiere en demasía con la dada las últimas semanas, mostrando un cambio radical desde la salida del equipo de Josh Smith rumbo a Houston.
Los Hawks exhibieron una mejor conexión y trabajo colectivo -principal premisa de su gran éxito- donde hasta seis jugadores lograron dobles dígitos en anotación, destacando las actuaciones de Al Horford, máximo referente de su equipo gracias a su doble-doble de 19 puntos y 16 rebotes, Paul Millsap (17 puntos y 7 rebotes) y el base Jeff Teague, con otro doble-doble de 14 puntos y 12 asistencias.
Por su parte, los Pistons tuvieron en Kentavious Caldwell-Pope (20 tantos) su principal referente ofensivo, quien estuvo bien secundado por el doble-doble de Greg Monroe de 15 puntos y 12 rebotes, y los 14 tantos y 8 asistencias de Brandon Jennings.
Esta derrota corta la racha de unos Pistons (12-24) que todavía tendrán que remar mucho para remontar la situación, mientras que Atlanta (28-8) continúa con paso firme su liderazgo en la Conferencia Este y sigue muy de cerca a los Golden State Warriors (29-5), mejor récord de la competición.