Decir que Jason Kidd es un candidato a Mejor Entrenador de la temporada es quizás precipitarse un poco, ya que el técnico de los Milwaukee Bucks no ha conseguido siquiera terminar con balance positivo -41 victorias y 41 derrotas- la temporada que acaba de terminar. Sin embargo este registro le sirve para entrar en Playoffs en una más que digna sexta plaza, para enfrentarse a los irregulares Chicago Bulls en la primera ronda de la lucha por el anillo.
Si nos dicen en noviembre que esto iba a suceder, muy pocos lo hubieran creído. ¿Vosotros habríais apostado dinero a su favor? Teniendo en cuenta que la selección de los de Wisconsin en el pasado Draft de 2014, con el pick 2, Jabari Parker, cayó lesionado al mes y medio de empezar el curso baloncestístico que acaba de terminar, y que el pívot Larry Sanders se iba a alejar repentinamente de las canchas se antoja todavía más difícil, y si añadimos a la ecuación que el que estaba siendo el mejor jugador del equipo iba a ser traspasado con solo un tercio por delante del calendario por disputar -Brandon Knight fue enviado a los Suns- la historia adquiriría entonces los tintes de una directiva interesada en perder partidos. Pero Jason Kidd no contempló esa posibilidad en ningún momento.
Con una plantilla joven y en plena reconstrucción y dirigidos por un entrenador que venía de completar su primer año en los banquillos -al que llegó directamente tras retirarse-, los ambiciosos Bucks se han colado entre los mejores equipos del Este, codeándose y superando a proyectos mucho más maduros -aunque descabezados y en decadencia- como Miami Heat, Indiana Pacers y Brooklyn Nets.
Michael Carter-Williams, Giannis Antetokounmpo y Jabari Parker están llamados a liderar una de las mejores generaciones de Milwaukee Bucks de la historia, que tal vez dentro de algunas décadas sus nombres se unan a la lista de números retirados, donde se encontrarán con los de Oscar Robertson, Kareem Abdul-Jabbar y compañía.
CLAVES
-Apostar por la juventud sin miedo. Giannis Antetokounmpo tiene 20 años, los mismos que ha cumplido recientemente Jabari Parker, los 23 de Krhis Middleton o los 24 de Michael Carter-Williams. Tienen edad de querer comerse le mundo y parece que Kidd no se lo va a impedir.
-Estilo propio, juego en equipo. No depender de individualidades. Kidd nos ha demostrado que por raro que parezca ningún jugador en los Bucks es imprescindible y ha sido capaz de seguir ganando con bajas notables e imprevistos.