Dicen que un animal salvaje es más peligroso cuando está herido y eso es lo que ha demostrado hoy un FC Barcelona Lassa que llegaba muy tocado a esta Copa del Rey 2017 y que se ha impuesto al Unicaja Málaga en los cuartos de final por un cómodo 82-70. Los de Bartzokas se medirán mañana al Valencia Basket en las semifinales.
Una victoria la lograda hoy que puede dar mucha confianza a un equipo muy necesitado y que para muchos no era favorito en su eliminatoria. Pero los azulgranas, con un estelar y sorprendente Marcus Eriksson, autor de 18 puntos, han demostrado en la segunda parte que pueden ser un equipo competitivo en esta Copa del Rey 2017.
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Se puede decir sin temor a equivocarse que la primera parte del choque entre Unicaja Málaga y FC Barcelona han sido los peores 20 minutos de baloncesto vivido estos dos días en Vitoria. A los de Bartzokas se les notó la presión de jugarse casi toda la temporada en esta cita, y eso lo aprovechó el conjunto malagueño para llevar la iniciativa en el marcador en los primeros compases.
Mediado el primer cuarto los de Joan Plaza se pusieron con un 4-12 a su favor, y la idea de que un equipo tan tocado anímicamente como los blaugranas podía irse del partido a las primeras de cambio sobrevoló el Buesa Arena. Pero Bartzokas paró el partido y el tiempo muerto dio sus efectos esperados, ya que el Barcelona logró parar la dinámica del luminoso.
Pese a todo seguía siendo el Unicaja el que mandaba en el partido y al final del primer cuarto se llegó con un 17-22 a su favor tras un triple de Alberto Díaz. El segundo cuarto transcurrió con más pena que gloria, y con demasiados errores en ambos bandos. Daba la sensación de que los andaluces habían dejado demasiado vivo a un pobre Barcelona, tal y como reflejaba el 28-33 con el que se cerró este primer tiempo (sí, el parcial en el segundo cuarto fue un pírrico 11-11).
¡Reciclando! Que viene el camión de la basura, con Brooks al volante. #CopaACB pic.twitter.com/lqk75sX452
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El paso por vestuarios trajo consigo un escenario totalmente diferente y la aparición de un protagonista inesperado, Marcus Eriksson. De la mano del sueco, autor de cuatro triples en estos minutos, el FC Barcelona empezó a ver el aro de Unicaja Málaga como una piscina y los puntos a caer uno detrás de otro. Los de Bartzokas sólo habían anotado 28 puntos en la primera parte, y en este tercer cuarto se fueron hasta los 30. Una exhibición ofensiva que permitió dar la vuelta al marcador y cerrar este tercer acto con un 58-51.
La balanza empezaba a decantarse del bando catalán, que se mostraba con las ideas mucho más claras que un rival incapaz de encontrar la forma de parar su ofensiva y de hacer daño a la intensa defensa planteada por el técnico griego. Los malagueños dieron varios golpes para meterse de nuevo en el choque, pero a todos ellos respondía un Barcelona que se apoyaba en estos minutos al trío formado por Rice, Renfroe y Tomic.
Los minutos fueron pasando y lo cierto es que el partido acabó sin sufrimiento alguno, algo inesperado viendo el primer tiempo o como llegaban al partido unos y otros. Pero el 82-70 final permite a los de Bartzokas seguir soñando con la Copa del Rey 2017 y citarse para mañana en las semifinales frente al Valencia Basket, un conjunto que promete ser mucho más complicado que este desilusionante Unicaja Málaga.
Clase del @FCBbasket de cómo mover el balón. #CopaACB pic.twitter.com/3hf09LwbHs
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