
Wyc Grousbeck, uno de los propietarios de los Boston Celtics, en declaraciones a la cadena de radio de Boston 'The Sport Hub', ha asegurado que va a pagar a sus jugadores "en función del rendimiento que tengan" y que "vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para ganar el anillo otra vez" cuando fue cuestionado por si la franquicia está dispuesta a pagar más impuestos de lujo para mantener unida a la actual plantilla en el futuro.
En estos momentos, y tras la firma del último convenio colectivo, el impuesto de lujo en la NBA se comienza a pagar cuando las franquicias superan en salarios los 119,266,000 dólares. Esta temporada, el salario de los Celtics ha superado por poco los 115 millones y para la que viene tienen asegurado 107.
#Celtics co-owner Wyc Grousbeck on @985TheSportsHub said he's hoping to "pay for performance" and "we are prepared to do whatever it takes to win again" when asked if the team will pay deep into the luxury tax to keep this team together in the future.
— Adam Kaufman (@AdamMKaufman) 15 mai 2018
Tras oir las palabras de Grousbeck, que asegura que los jugadores recibirán lo que se merecen en relación del rendimiento que dan en el campo, lo normal sería que de cara a la próxima campaña le subiesen el salario al único jugador de importancia en el juego de los Celtics que no tiene contrato garantizado, que no es otro que Marcus Smart.
Smart ha cobrado este año 4,5 millones de dólares y los Celtics tienen una opción de realizarle una oferta cualificada de 6. Dado el gran rendimiento que ha mostrado el jugador, tanto en ataque como en defensa, lo normal es que le mejoren el salario. Si no, correrían el riesgo de perderlo al año siguiente.
Los verdaderos problemas para los Celtics con el impuesto de lujo no deberían llegar este verano, sino en el de 2019, cuando muchos de los jugadores jóvenes estarán acabando sus contratos de rookie y querrán comenzar a ganar más dinero. De momento, dejando a un lado a Hayward, Horford e Irving, el resto de jugadores de la franquicia tienen contratos bajos que permiten tener tranquilidad de cara a la próxima campaña.
A saber, Marcus Morris cobrará 5 kilos, Rozier 3, Tatum 6,7 y Brown 5. El que no tiene contrato garantizado y está siendo importante en estos playoffs es Aron Baynes. El veterano jugador neozelandés podría optar a renovar por el mínimo y así seguir con opciones de ganar otro anillo en su carrera (ya lo consiguió con los Spurs) o, de lo contrario, si lo que busca es su último gran contrato NBA, podría optar por aprovechar que su cartel ha subido para firmar por otra franquicia.