
La vida nunca deja de sorprender día a día y queda claro que la NBA es la materialización de ese aspecto. Kyrie Irving se ha convertido en un auténtico líder espiritual de todos aquellos que consideran inaceptable que la temporada se culmine bajo este caldeado ambiente social. La lucha por la igualdad racial es un aspecto clave en la vida de muchos jugadores y el de los Brooklyn Nets está yendo muy lejos en su rebelión a la NBA, llegando a haber sugerido la opción de desterrar de la liga y crear otra competición propia. Avery Bradley está siendo uno de sus grandes apoyos.
El experimentado jugaro de Los Angeles Lakers ha explicado en un artículo para la ESPN esta postura y qué les ha llevado a poner en jaque a una competición que, en caso no acabarse en Orlando tal y como está previsto, sufriría un desastre económico de consecuencias inabarcables para la mente de todos. "Hablar y crear conciencia sobre la justicia social ha dejado de ser suficiente. No podemos pensar que como deportistas, nos podemos limitar a emplear nuestra posición de privilegio para hablar. Hay que encontrar una manera de ir más allá, poner en práctica acciones reales", asegura un Bradley en lo que se puede interpretar como una clara llamada a la insumisión.
"Estoy de acuerdo en que volver a jugar en Orlando daría dinero a todos nosotros, y ese dinero podría reinvertido en proyectos para luchar contra el racismo. Pero ¿cuánto podemos hacer realmente con ese dinero? Todos debemos contribuir financieramente a este proyecto y me gustaría ver a los grandes ejecutivos negros del baloncesto dar un paso al frente. Sin negros, la NBA no sería lo que es ahora, así que la liga tiene la responsabilidad de apoyarnos. No pueden permanecer en silencio y seguir con la competición como si nada pasara", aseguró con rotundidad un combativo Avery Bradley.