
Luka Doncic jugó un séptimo partido sublime ante Phoenix Suns. Simplemente estuvo perfecto. El esloveno demostró ser a día de hoy uno de los jugadores más decisivos de la competición y controló el duelo a placer. Acabó con 35 puntos, 6 triples, 10 rebotes, 4 asistencias, 2 robos, +37 con él en pista y, sobre todo, con un control de la situación y del tempo del partido extraordinario. A día de hoy, el mejor jugador de los cuatro equipos que quedan en competición. O al menos eso parece...