Después de una temporada 2020/21 de ensueño, los Phoenix Suns empezaron la temporada siguiente, con el propietario Robert Sarver, investigado por la NBA por actitudes racistas, machistas, y de abuso laboral con sus empleados. En playoffs se confirmó que algo no andaba bien en Arizona, a pesar de la calidad del equipo y lo que habían vivido solo 1 año antes.
Hoy, la NBA ha sentenciado su veredicto: 10 millones de dólares, y 1 año completo sancionado. La liga, como siempre adelantada al resto, se ha comprometido a donar esa cifra a organizaciones que luchan contra estas cuestiones en favor de un mundo con mayor igualdad.
Lo ha hecho a través del siguiente comunicado en Twitter.