
Una de las aficiones más exigentes de la NBA, un proyecto competitivo tremendamente ambicioso y uno de esos jugadores que no puede esperar más a conseguir la gloria. Estos son los ingredientes que sazonan una receta explosiva en Philadelphia 76ers y que pueden eclosionar generando una tremenda desolación en la ciudad del amor fraterno. Joel Embiid ve cómo el equipo no responde a sus deseos y él ha bajado alarmantemente su rendimiento. Pero hay otros factores que explican la debacle inicial de un equipo que o reacciona ya o puede verse condenado al ostracismo.
1. Pasividad defensiva flagrante
De los 12 partidos disputados, han encajado más de 100 puntos en 9 de ellos, mostrando una completa debilidad atrás, aumentada por la salida de la rotación de un Thybulle visiblemente molesto con su situación en el equipo.
2. Decepcionante nivel de PJ Tucker y Danuel House
Los dos perros de presa reclutados para mejorar la defensa no están rindiendo al nivel esperado, siendo incapaces de inspirar a las estrellas del equipo y sin cumplir con su rol de 3 & Def.
3. El Big 4, tan necesario en ataque como un lastre en defensa
Es imposible prescindir de Maxey, Harris, Harden y Embiid ya que acumulan la inmensa mayoría de puntos anotados, pero no son capaces de ofrecer un nivel medianamente aceptable en defensa, restando más de lo que suman.
4. La impotencia de Doc Rivers
Cuando a un técnico de renombre mundial se le dan todas las piezas que ha solicitado y es incapaz de hacer encajar el puzzle, la confianza en él se resiente. Todo parece encaminado a que, si la racha negativa persiste, termine siendo destituido.
5. Joel Embiid forzando físicamente y sin llegar a su nivel
Arrastra molestias, pero se resiste a quedarse fuera de la rotación al ver a su equipo desvalido. El camerunés no está consiguiendo ser el jugador letal de años anteriores y corre el peligro de romperse físicamente, pero también de que una brecha emocional se abra entre él y el equipo.