
En apenas unos días, la euforia ha dado paso a la incertidumbre, e incluso, al temor. Miami Heat no se siente ya tan dominador de la serie de playoffs NBA 2023 que le mide a Boston Celtics y en la que parecían estar en disposición de conseguir una victoria apabullante. Los dos últimos triunfos de los de Massachussets y, sobre todo, la manera en que se han producido, genera un poso de desconfianza que preocupa mucho a los de Eric Spoelstra.
1. Malas sensaciones de Adebayo e importancia de la baja de Vincent
Desde que Mazzulla cambiara su esquema de juego y pasara a competir con un solo pívot, los Celtics están consiguiendo reducir mucho la importancia relativa de un Bam Adebayo que ha perdido ritmo y confianza. Además, la baja por lesión de Gabe Vincent resta muchos enteros a la rotación de Miami.
2. Derrotas sin paliativos con buenos porcentajes
No hay un cambio drástico en lo estadístico que haga pensar en un acierto desaforado de los Celtics y unos porcentajes pésimos en los Heat, lo cual hace ver que esta dinámica puede no ser coyuntural. Han perdido más balones los de Florida merced a una férrea defensa de los de Boston, que han cambiado las cosas desde ahí.
3. Imbatibilidad de los Celtics con más de un 40% de acierto en triples
Es una ley matemática que se repite una y otra vez. Cada vez que los de Massachussets superan ese registro, ganan el partido. Están consiguiendo circular mucho mejor la pelota y obtener tiros liberados de alta probabilidad de acierto, por lo que Miami debe incrementar su intensidad en la defensa de perímetro.
4. Jaylen Brown y Derrick White se reenganchan a la eliminatoria
Ninguno de los dos estaba mostrando su mejor nivel, pero en los dos últimos partidos se han reencontrado con la versión prime de sí mismos. Son dos jugadores que pueden destrozar, cada uno en su rol, a los Heat.
5. El peligro del miedo a una derrota histórica
Puede llegar a ser paralizante el temor a convertirse en el primer equipo de todos los tiempos al que le remontan un 3-0. Han de luchar mentalmente contra ello y a la presión que tienen ya encima, conscientes de que si no cierran en el sexto partido, en casa, un séptimo en el Garden puede ser una pesadilla.