
Alerta roja encendida en New York Knicks, algo que se podía prever desde hace tiempo. Nadie pone en duda lo magnífico que es este equipo, el tremendo espíritu competitivo que tiene y las virtudes técnicas y tácticas que atesora, pero Tom Thibodeau está incurriendo en el mismo error que siempre; exprimir hasta la última la gota la energía de sus jugadores. La rotación es corta y unos pocos hombres llevan toda la temporada jugando más de 40 minutos, algo que se nota a estas alturas de playoffs NBA 2024.
Fue un duro varapalo para el equipo neoyorquino que se les escapara el tercer partido, en el que tenían puestas muchas esperanzas. Eran conscientes de que una serie corta aumentaría mucho sus opciones de seguir progresando en la postemporada, pero que si perdían algún partido en Indianápolis, el equipo estaría cerca del colapso físico que condicionaría totalmente su desempeño en el desenlace de este duelo ante los Pacers, y reduciría sus opciones de sorpresa ante Boston Celtics en caso de que logren clasificarse para la final de la Conferencia Este.
- Thibodeau lleva meses recortando al máximo la rotación y algunos jugadores están exhaustos
Brunson, Hart, Di Vincenzo, Hartenstein y Anunoby son imprescindibles para el técnico de los New York Knicks y da muy pocas oportunidades a otros jugadores. Aparecen las lesiones, como en el caso de OJ, pero también una fatiga incompatible con el buen desempeño ofensivo y defensivo. Haberse dejado ir en el cuarto encuentro puede haber sido una buena idea, pero hay serias dudas de que el equipo recupere la frescura de cara al quinto. El ambiente en el Madison debe suplir las carencias de energía de un equipo que se juega todas sus aspiraciones en ese encuentro.