Trae Young ha sido el máximo anotador y el mejor asistente de la NCAA en su temporada de novato en Oklahoma. Era algo que no había sucedido nunca desde la que NBA comenzó a contabilizar las asistencias a principios de los ochenta. A pesar de esos números, algunos analistas temen que no vaya a ser elegido entre los cinco primeros del draft.
Las razones por las que Young no está en las mismas quinielas de hombres como DAndre Ayton y Luka Doncic pasan por las pocas cualidades defensivas que ha mostrado en su primera (y última) temporada en el baloncesto universitario.
Veremos lo que ocurre al final, porque dependiendo de la lista en la que nos fijemos, Young está muy arriba (tercer pick para NBADraft) o algo más abajo (octava plaza para Jonathan Givony, de ESPN).
En todo caso, su temporada en la NCAA tiene que ser calificada de histórica. Hombres que se desarrollan en su misma posición y que posteriormente se convirtieron en grandes estrellas de la liga como Stephen Curry o Steve Nash, tardaron mucho más en desarrollar su potencia como bases en el baloncesto universitario.
Está claro que el cambio de estilo de juego en la NBA ha favorecido que Young haya llegado a la NCAA y haya podido desarrollar su juego agresivo en ataque (más de 10 triples por partido ha tirado). Hay que decir que Young promedió en Oklahoma en sus 10 primeros partidos como universitario casi 30 puntos y 9 asistencias.
Los únicos dos jugadores que, desde la posición de base, promediaron más de 22 puntos por partido en sus años de novato fueron Markelle Fultz y D’Angelo Russell, ambos elegidos en el top-2 del draft.
Está claro pues que, en el terreno ofensivo, Young es un jugador más que capacitado para llegar a la NBA y liderar a un equipo, tanto a nivel de anotación como de distribución de juego. Sin embargo, en el aspecto defensivo todo cambia. La mayoría de análisis sobre su defensa son negativos y eso podría hacer que perdiera algún puesto en el draft.