Se avecina culebrón histórico entre Philadelphia 76ers y James Harden después de que la gerencia del equipo anunciara que se ponía fin a las conversaciones con los Clippers por su traspaso. La respuesta del jugador no se hizo esperar.
Las oficinas de Philadelphia 76ers se encuentran en un momento candente al tener que gestionar una situación realmente peliaguda. Toda la franquicia considera que James Harden es el hombre idóneo para secundar a Joel Embiid en este proyecto y creen que pueden ganar el anillo. Han escuchado las ofertas de Los Angeles Clippers y otros equipos, pero nada les ha convencido, hasta el punto de anunciar hace unas horas que ponían fin a las negociaciones y confirmaban que la Barba seguiría con ellos, tal y como dijo ESPN.
Pero apenas unos minutos después, el jugador hizo saber a todo el mundo, por medio de una persona muy cercana a él, que estaba decidido a no jugar más con la camiseta de los Sixers. Ofendido con su amigo Daryl Morey por la ausencia de una oferta económica notable por parte, Harden está dispuesto a declararse en rebeldía y no acudir a los entrenamientos que comenzarán en pocos días, forzando la situación a unos límites insospechados y que restarían muchas posibilidades de éxito deportivo al equipo.
Harden está muy dolido con Morey por la falta de un contrato máximo con los Sixers
Y es que negociar la salida de un jugador que se niega a entrenar y dice tan claramente que no quiere formar parte del equipo, será siempre mucho menos lucrativo que un traspaso inesperado. Así pues, Philadelphia 76ers se ve ante un escenario muy similar al que tuvo que afrontar con Ben Simmons. Habrá que estar muy atentos a ver cómo se desarrolla el asunto y si los Sixers sn capaces de dejar en el banquillo a James Harden y no contar con él hasta que reciban la oferta esperada.