Tras cinco temporadas en la NBA, Gordon Hayward ha ganado algo más que experiencia en la mejor liga de baloncesto del mundo.
A lo largo del verano, el alero de los Utah Jazz ha seguido un planning especial de entrenamiento con el fin de ganar masa muscular. Y los resultados son evidentes.
Aunque la diferencia entre una y otra imagen no es resultado únicamente de los últimos tres meses, pone de manifiesto el gran cambio físico que ha dado Hayward, uno de los principales referentes del prometedor proyecto de la franquicia de Salt Lake City.
El jugador viene de firmar la mejor temporada de su carrera después de alcanzar unos números de 19.3 puntos, 4.9 rebotes y 4.1 asistencias por encuentro el pasado curso.