Todavía es pronto para hacer valoraciones precipitadas, pero por lo visto en los tres primeros partidos de los Sacramento Kings de esta temporada da la sensación de que Rajon Rondo ha encontrado su lugar en el equipo californiano que dirige George Karl. El base de 29 años se ha adaptado muy bien a sus nuevos compañeros y parece lejos de el pobre nivel que exhibió el pasado curso en su corta etapa en los Dallas Mavericks.
Rondo promedia 15,3 puntos, 6,7 asistencias, 5 rebotes y 1,3 robos en 27,3 minutos de media por partido, superando la veintenta de tantos en dos de ellos y demostrando una gran química con la estrella del equipo, DeMarcus Cousins, además de su notable mejora en el acierto con su lanzamiento a canasta (de 0.436 a 0.526).
Repetimos; solo llevamos una semana de competición, y los números del inquieto base podrían empeorar, pero también podrían ir a mejor. En cualquier caso, el juego de Rondo y cómo ayude este a los Kings no tiene siempre que contarse en estadísticas individuales. El playmaker ha recibido incontables elogios de compañeros y entrenadores, lo que dice más de él que sus números.
Kobe Bryant, a quien le une una buena amistad con Rondo, confesó a Yahoo! Sports este domingo después del partido entre Lakers y Kings que no le sorprendía el rendimiento de su rival, ya que "ha estado jugando con lesiones y otras limitaciones por el estilo" y está convencido que este año "veremos al mejor Rondo otra vez"
El curso pasado, Rondo salió de los Boston Celtics traspasado a los Mavericks con la intención de jugar en un equipo más competitivo y firmar un buen contrato este verano. Lo primero lo consiguió, pero su segundo objetivo se vio frustrado por su mala relación con el entrenador de Dallas, que terminó sentándole en el banquillo en los últimos partidos de Playoffs. A pesar de todo logró un contrato de 11 millones de dólares y una temporada, por lo que si tiene un buen año, el próximo verano podría firmar el contrato más alto de su carrera.