El partido menos visto en la historia de la NBA

La NBA estableció un nuevo récord en asistencias coincidiendo con la conclusión de la temporada 2014-15. Después de una década con altibajos y registros preocupantes, la competición vivió un refrescante impulso que se saldó con una asistencia total de 21.926.548 espectadores o, lo que es lo mismo, una media de 17.826 por partido, superando la anterior marca de 17.757 que databa del año 2007, y un 94% del aforo ocupado.

Sin embargo, el actual impacto mediático de la NBA no dio comienzo hasta la irrupción en la liga de Magic Johnson y Larry Bird, y, apenas unos pocos años después, de Michael Jordan, quien sería el gran artífice, pero no el único, de la ascensión del baloncesto norteamericano a la cúspide del deporte mundial.

De hecho, durante las décadas de los años 60 y 70, la NBA tuvo que hacer frente a diversas crisis que llegaron a amenazar seriamente la continuidad de la competición. Fruto de ello, la asistencia a los pabellones de la liga descendió de manera alarmante hasta el punto de dar lugar a la curiosa anécdota de hoy.

El 4 de marzo de 1965, Detroit Pistons y San Francisco Warriors presenciaron en primera fila el partida con menos asistencia del que se tenga constancia. Una primera fila que, pese a ser el lugar deseado por todo aficionado, bien pudo contar con algún que otro asiento vacío en aquella ocasión.

Por aquel entonces, el Cobo Arena de Detroit era el recinto donde los de Michigan, y así fue hasta 1978 con su traslado al Pontiac Silverdome, disputaban sus partidos como locales. Pese a tener un aforo de 12.000 personas, una cifra elevada para la época pero muy por debajo del actual aforo del Palace (22.076), aquella noche tan solo 741 espectadores se desplazaron hasta el pabellón.

Los Warriors se llevarían el partido por un resultado de 115-110 gracias a los 25 puntos de Nate Thurmond. Curiosamente, las dos franquicias implicadas en el partido terminarían la temporada en las últimas dos posiciones de la División Oeste.

La NBA ha crecido de manera desmesurada desde entonces, por lo que se presenta como un imposible que un partido de la competición vuelva a contar con tan pocos espectadores, por lo que aquel duelo perdurará para siempre como 'El partido menos visto en la historia de la NBA'.