Ricky Rubio tuvo una inesperada cita con los 'game-winner' esta pasada madrugada coincidiendo con la visita de los Wolves al Chesapeake Energy Arena de Oklahoma.
Su 30.3% de efectividad en triples no convierte al base español en una potencial amenaza cuando se planta en el perímetro, pero en esta ocasión el destino le tenía guardado un resultado muy distinto.
A menos de dos segundos para el final, Ricky recibió un sensacional pase desde el interior de la zona de Andrew Wiggins, el cual dejó completamente solo al base para que ajusticiara (99-96) a los Thunder con un triple pese al intento final de oposición de Kyle Singler.
El español concluyó el encuentro con unos números cercanos al triple-doble (13 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias), mientras que Gorgui Dieng (25 puntos y 9 rebotes) y Andrew Wiggins (20 puntos y 5 robos) fueron los encargados de liderar la ofensiva de los Wolves.
Este triunfo no cambia, ni mucho menos, las aspiraciones ni el rumbo de los Wolves durante la temporada pero si que suponen un importante empujón motivacional tanto para el equipo y su joven plantilla, como para el propio Rubio, cuyo lanzamiento a canasta se ha convertido en su auténtico quebradero de cabeza durante los últimos años.